El cumpleaños «muy feliz» de una trasplantada hace 28 años

Carmen Varela A CORUÑA

LUGO CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

Agradece la atención recibida en el Chuac

17 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de varios meses de tratamiento cardíaco en Lugo, tuve la gran suerte de ingresar en el Chuac. Ahí pude darme cuenta de la gran diferencia que existía entre este hospital y el anterior. Por suerte, las cosas han cambiado y hoy podemos decir que Lugo, tocante a Cardiología, se encuentra a un nivel de cualquier centro sanitario. Dicho esto, voy a relatar mis vivencias en el Chuac. Recuerdo que me recibió en Urgencias el doctor Hermida -que Dios lo tenga en su gloria-. Lo primero que me dijo fue «vamos a empezar», frase que me quedó grabada. Después de ver el grado de mi enfermedad, se llega a la conclusión de que lo mejor era un trasplante cardíaco. Se preparan todos los protocolos y pasan los días. Lo importante era un donante con un corazón compatible y así fue como llegó el 16 de febrero de 1992. Qué desgracia para m i donante y qué gran suerte para mí. El doctor Prada, junto a su equipo, se trasladaron a Palma de Mallorca y trajeron el corazón de una niña que sería mi salvación. El trasplante se realizó al día siguiente. El equipo de trasplante con el doctor Juffe al frente esperaba ya en el quirófano junto a mi a su colega Pradas, que llegó con el corazón. Hace 28 años de mi trasplante y tengo que decir que gracias a todo ese equipo humano y profesional soy una mujer muy feliz y que siempre, por muchos años que viva, no olvidaré el trato ni el cariño que tuvieron hacia mí. No puedo olvidarme de todo el personal de la planta octava.