Un agente negó ayer en el juicio las amenazas y maltrato a su expareja

T. TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Eliseo Trigo

La Fiscalía pide doce años de prisión aunque la víctima renunció a la acusación

12 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un agente de Lugo se enfrenta a doce años de prisión por supuestamente haber maltratado a su expareja a la que, una vez concluida la relación, también habría maltratado y amenazado. Según el acusado, la relación duró desde finales de 2014 hasta el momento en el que su expareja interpuso la denuncia contra él, en julio de 2016. Por su parte, la víctima declaró que la relación se había acabado mucho antes, concretamente en septiembre de 2015, aunque reconoció que a partir de esa fecha «quedaban de vez en cuando y se veían esporádicamente».

Doce años de cárcel es la petición que ha formulado la Fiscalía en un juicio que se celebró en la mañana de ayer en la Audiencia Provincial de Lugo. Por su parte, el abogado de la defensa, Juan Carlos López Abad, demandó la libre absolución amparándose en la falta de pruebas. «Nosotros entendemos que no existen pruebas suficientes en el procedimiento como para imputar a nuestro patrocinado de los delitos que se le imputan», indicó.

Sin embargo, la acusación pública mantiene en sus conclusiones provisionales que el acusado es responsable de un delito de malos tratos habituales, tres delitos de malos tratos, otro delito continuado de amenazas y también un delito de descubrimiento y revelación de secretos. Considera además que la víctima padeció un trastorno ansioso depresivo que requirió tratamiento farmacológico y terapia psicológica durante medio año. Por todo ello, solicita para el agente la pena de doce años de prisión, además de la privación de poseer armas durante seis años y una multa de 360 euros. También reclama una indemnización para la víctima de 2.400 euros y la prohibición durante cuatro años de aproximarse a menos de 500 metros.

El acusado, que se acogió a su derecho a no declarar ante la Fiscal y que respondió solo a preguntas de su letrado, negó haber maltratado y amenazado a su expareja y manifestó que la relación con ella era de «altos y bajos», con episodios de «idas y venidas» y «complicada». «Nunca la amenacé ni la insulté. Tampoco nunca la agredí. No es mi manera de actuar»», manifestó, que con respecto a haber consultado datos personales de su expareja en bases de datos con su clave de guardia recalcó que «nunca lo hice sin su consentimiento ni su conocimiento».

En cuanto a la relación que mantuvo con la víctima, explicó que nunca llegaron a convivir, porque «ella vivía en su casa y yo en la mía», indicó en la vista oral celebrada ayer.

Declaración de la víctima

La mujer admitió que la relación con el acusado era de «idas y venidas» y que después de haberlo dejado y hasta junio de 2016 quedaban esporádicamente. También indicó que «no» lo veía capaz de cumplir con las amenazas, que supuestamente se habían producido telefónicamente, vía Whatsapp, mensajes a través de Facebook o mensajes de texto. Vinculó todo lo sucedido a una cuestión más de acoso.

A preguntas de la Fiscal, la mujer indicó que tomó la decisión de denunciarlo luego de que un viernes del mes de julio de 2016, el acusado la llamara por teléfono y la amenazara. «Me dijo que en su lugar de trabajo se había sabido que me había agredido y me insultó», manifestó la víctima, que indicó que lo había bloqueado en el Whatsapp pero que él le seguía llamando, mandando mensajes a través de Facebook y de texto.