Muere el abogado lucense Mauro Varela, exdiputado y expresidente de Caixa Galicia

LA VOZ LUGO

LUGO CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

Fue parlamentario en el Congreso y en la cámara autonómica, además de tener un conocido bufete en Lugo

31 ene 2020 . Actualizado a las 22:53 h.

El conocido abogado lucense Mauro Varela ha fallecido este jueves en Lugo, a los 78 años. Su salud era delicada en los últimos tiempos, pero una reciente caída en su domicilio agravó su estado. Por expreso deseo suyo, que su familia ha decidido respetar, sus restos serán velados en la intimidad, sin capilla ardiente, y por el momento no se celebrará funeral. 

Venía de una familia de abogados -su abuelo y su padre lo eran, y ahora sus hijos siguen esa tradición-, y se licenció en Derecho. Ejerció como abogado en su ciudad desde 1965, y desde ahí fue asumiendo otras responsabilidades. Miembro de la Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación, estuvo también en el Círculo de las Artes de Lugo; aún recuerdan en la Fundación Delibes el mensaje que les envió desde esa institución cuando Miguel Delibes fue elegido académico.

Galleguista y de tradición republicana, Varela entró en la política a finales de los 80, sin dejar la abogacía de lado. Tuvo escaño en el Congreso de los Diputados entre 1989 y 1997, y de ahí pasó al Parlamento gallego entre 1997 y 2001, siempre con el Partido Popular, y siempre elegido por la provincia de Lugo. Fue también miembro del Consello Social de la Universidad de Santiago de Compostela.

Tras dejar la política, entró en el sector financiero, tomando un papel discreto del que tuvo que salir, forzado por las circunstancias. Ocupó la presidencia de Caixa Galicia en el año 2002. Ese puesto era entonces meramente institucional, pero al final le tocó jugar un papel clave: la reestructuración de todo el sector de las cajas de ahorros. Retirado José Luis Méndez, fue uno de los promotores de la fusión gallega y uno de los negociadores con Caixanova para lograr la integración de las dos entidades. La fusión le llevó ala copresidencia de la nueva caja. Dio en gallego -su lengua habitual- un emotivo discurso el día que se formalizó la operación en Santiago. Defendía esa operación porque consideraba que cualquier otra alternativa terminaría dejando a Galicia sin una entidad propia. Aunque aquella operación acabó con una entidad nacionalizada y vendida, el tiempo le ha dado la razón.

Vio cumplida su aspiración, pero la banca le dio sinsabores. Acabó yéndose, hastiado del escándalo de las preferentes, de manera silenciosa. Se dijo entonces que era el primer banquero que dimitía. Él no le dio importancia; prefería siempre la discreción. Y así vivió los últimos años de su vida.

M. MORALEJO