Polémica en Sarria al negarse profesores y padres a que haya clases con el colegio apuntalado

Tania Taboada / María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Desde la ANPA aseguran que son medidas preventivas y que «o centro nunca estivo tan seguro como nestes momentos»

20 ene 2020 . Actualizado a las 13:38 h.

Vuelve la polémica al colegio Frei Luis de Granada de Sarria. Este fin de semana los obreros volvieron al centro para apuntalarlo. Dado que se encuentra con puntales por el patio, pasillos y aulas, los padres se niegan a que sus hijos asisitan al centro, en el que estudian un total de 367 alumnos, 71 en Infantil y 296 en Primaria.

La dirección del colegio aseguró a los padres que no hay peligro y que las clases pueden continuar con normalidad, pero muchos progenitores optaron por no llevar a sus hijos al colegio. Además, los profesores se han negado a dar clase en estas circunstancias.

Desde la ANPA explican que dentro del centro hay un apuntalamiento preventivo muy bien hecho y que no impide que se impartan las clases. «É preventivo porque se van facer estudos. É todo por prevención, pero o centro nunca estivo tan seguro como nestes momentos. Hoxe pola mañá, cando os pais estaban tranquilizados, os profesores negáronse a dar clase dicindo que os alumnos podrían tropezar ou chocar contra algún puntal, pero están protexidos», declaraban José Ángel Díaz, presidente de la ANPA. «Dende a ANPA estamos indignados ca actitude dos profesores porque dende o noso punto de vista é non cumplir co seu traballo e empeorar a situación sen motivos», añadían.

La versión de los profesores

Orlando Fernández es profesor en 4º de Primaria y asegura que la totalidad del claustro acordó no dar clase hoy. «Levamos a sorpresa ao vir apuntaladas as clases, e tamén os pasillos. Nós sabíamos que ían facer algo, pero descoñecíamos que fose a ser fóra do patio», cuenta el docente, que también exige junto con otros compañeros que la Xunta garantice la seguridad para niños y profesores. «Non é que nos neguemos a dar clase como din na ANPA. Preocúpanos a integridade dos nenos e tamén a nosa, e queremos que a Xunta se responsabilice dos accidentes que poidan ocorrer», asegura Orlando Fernández, que también cuenta que nadie se puso en contacto con los docentes para explicarles la situación.

Los padres de varios alumnos también se quejaron de que los profesores y la directora se reunieron en el comedor mientras que los niños pasaban frío en el patio. Sin embargo, los docentes aseguran que los pequeños estaban controlados por algún profesor.

Varios arquitectos de la Unidade Técnica, dependientes de la Consellería de Educación, se desplazaron hasta el centro educativo junto con integrantes de la empresa especialista en control de estructuras «para realizar un nuevo estudio, pero no sobre el estado del edificio y sí sobre la diagnosis», explica el presidente del ANPA. Posteriormente, desde la Consellería tomarán las medidas adecuadas.

«A directora acábanos de dicir que é decisión nosa e que a Xunta non mandou desaloxar. De momento, está todo apuntalado. Os que temos avós, cargarémosllos e os que non, terán que buscar outra forma», explicaba una madre esta mañana en Sarria, que también recordaba que no es la primera vez que ocurre algo similar en este colegio.

Antecedentes

Este centro educativo ya tuvo problemas hace unos ocho años porque presuntamente está construido en una zona de aluvión. Hace ocho años empezó a ceder y a moverse las paredes formando grandes grietas.  Le hicieron unos arreglos y los alumnos volvieron a clases con normalidad, pero hace un año volvieron los problemas.