Se hace pasar por su hija de 13 años para descubrir a un acosador

La Voz LUGO

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Un juez consideró que no había delito sexual a una menor dado que era la progenitora la que manejaba el móvil para contestar a los mensajes de contenido sexual. La madre, de Sarria, ya ha presentado un recurso

18 ene 2020 . Actualizado a las 22:44 h.

Una madre de la localidad lucense de Sarria y que decidió hacerse cargo del teléfono móvil de su hija menor de edad (13 años) para responder a los mensajes de carácter sexual que recibía la adolescente por parte de un vecino acaba de presentar un recurso después de que el juez archivara de forma provisional su caso.

Los hechos se remontan al pasado nueve de junio de 2019, día en el que supuestamente este vecino contactó con la menor a través de la red social Instagram.

A la adolescente le resultó curioso que esta persona le preguntase si alguien controlaba su teléfono móvil y se lo comentó a su madre. A partir de ahí, con el objetivo de «proteger» a su hija, esta madre se hizo cargo del teléfono móvil, siendo ella la que respondía a los mensajes del hombre, «sin incitarle en ningún momento en el desarrollo de la conversación».

Los mensajes se intercambiaron durante más de una semana, tiempo en el cual el hombre le preguntó en varias ocasiones si estaba sola y fue derivando la conversación hacia una temática de carácter sexual, hasta resultar cada vez más explícito preguntándole cuál era su talla de sujetador o si «se las enseñó a alguien». En uno de los chats el hombre le propone: «yo te enseño mi polla y tú las tetas» para, acto seguido, enviar hasta dos veces fotografías de su pene.

Tras estos hechos, la madre de la adolescente denunció los hechos ante la Guardia Civil y el varón fue detenido, solicitándose incluso una orden judicial de registro en su vivienda y su negocio para incautar diverso material.

El juzgado autorizó el registro y los agentes intervinieron varios dispositivos informáticos. Además, se le prohibió al investigado mantener cualquier tipo de comunicación con la adolescente.

En su declaración, el hombre reconoció haber tenido conversaciones de contenido sexual y enviado archivos de ese carácter, pero alegó desconocer que se dirigía a una menor. Por el contrario, aseguró que nunca le pidió que le enviara fotos y que actuaba en la creencia de que estaba hablando con una mujer de 25 años de edad porque ella se lo había dicho.

Tras varios meses, el caso acaba de ser archivado de forma provisional después de tomar declaración a la niña, que explicó que ella no había llegado a ver las imágenes remitidas porque al detectar que el investigado formulaba preguntas extrañas le pasó el teléfono a su madre.

El juez señala que no pudo producirse un delito de abuso sexual a una menor de 16 años de edad al ser la progenitora quien usó el móvil de la niña y al no haber pruebas incriminatorias en los dispositivos incautados.

Los padres han presentado un recurso en el cual argumentan, entre otros aspectos, que el hombre conocía a la perfección que era menor porque en una conversación, la madre, le preguntó si sabía que edad tenía, a lo que él respondió que 14 y ella le aclaró que 13. Además, aseguran que en otro mensaje le dice: «la que me está vacilando eres tú a mí con todo lo pequeña que eres».