Alfredo Bongianni: «Un fotógrafo no lo es del todo hasta que plasma su idea sobre el papel»

María Guntín / Óscar Cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El profesional y otros dos compañeros del sector estarán al frente de la primera galería fotográfica de la ciudad, que se inaugura hoy, a las ocho de la tarde, en la Rúa Nova

16 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera galería fotográfica de Lugo lleva el nombre de Vieiros y está situada en el número 135 de la Rúa Nova. Es fruto del trabajo conjunto de varios profesionales, que han decidido abrir un espacio en el que exponer y vender sus obras, asesorar a otros profesionales sobre ámbitos relacionados con la fotografía y crear un lugar en el que otros fotógrafos puedan mostrar su trabajo diario. La inauguración es hoy, a las ocho de la tarde. En la galería ya se exponen desde hace unas semanas fotos de Alfredo Bongianni y Félix Pedrouzo. Curiosamente, el italiano enseña una muestra fotográfica que recorre la ciudad de Lugo y el lucense Félix se abre al público a través de un reportaje fotográfico sobre Roma, una ciudad a la que acude con asiduidad. 

—¿Qué es la galería Vieiros?

—Un espacio en el que Félix Pedrouzo, Silvia Martos y yo esperamos mantener exposiciones de forma continuada. Esto surgió porque Félix y Silvia viven en la vivienda de arriba sobre la que está instalada la galería y ellos querían traer algo cultural hasta aquí. Entonces, empezó este proyecto. Esta galería es también un intento de ayuda para aquellas personas que quieren ofrecer fotografías diferentes. En cierto modo, es un nicho de resistencia en la época en la que las redes sociales se llenan de fotos.

—¿En qué está trabajando usted?

—Estoy trabajando con fotos para catálogos, para publicidad y para páginas web, por encargo. El trabajo social que hice hasta hace poco me ha cansado un poco porque es algo que se ha transformado mucho y que no compensa tanto.

—¿Cuándo llegó a Lugo y por qué?

—Vine de Roma en el año 1995. Allí, en Italia, tenía otra profesión. Era funcionario y hacía un trabajo técnico, pero ya hacía fotografía porque el trabajo me dejaba bastante tiempo libre.

—Ahora, la fotografía es parte de su vida.

—Para mí tiene dos partes: la alimenticia, que se basa en fotos para catálogos, de productos o interiores que vendo a las empresas y otra parte, que es la que disfruto. Me gusta salir con mi cámara y retratar a la gente.

—¿Qué es lo que más le gusta?

—Hacer retrato y paisajes. Y hacerlo a través de mis ojos. Eso es más bien lo que se expone en esta nueva galería. Te das cuenta de que sientes una gran satisfacción cuando la gente quiere comprar un trabajo que tú sientes como creativo.

«Lo que más me gusta es captar paisajes y retratos desde mi punto de vista personal»

—Pagar las facturas con un trabajo que le apasiona es un mérito y una alegría.

—No solo se trata de hacer fotos que te gustan, venderlas es una satisfacción. En la galería hay fotos en el escaparate por las que pregunta la gente. Demuestran que las quieren comprar porque aprecian y valoran la fotografía.

—¿Cómo se concibe la fotografía en Lugo?

—En países anglosajones hace años que la fotografía se vende y se utiliza más que aquí. Abrir este local es un desafío porque nunca hubo ninguna galería que se dedicase solo a exponer fotografía. Pero a lo mejor nos llevamos una sorpresa.

—¿Cómo será el funcionamiento de la galería?

—Cada mes queremos hacer una exposición con un autor nuevo y queremos apostar por los fotógrafos locales, lo que no significa que no aceptemos a otros que sean de fuera de Lugo. Las exposiciones serán periódicas y yo mismo espero exhibir mi trabajo cada cierto tiempo. También tengo claro que voy a seguir haciendo sesiones.

—Pero desde la galería ofrecen muchos más servicios.

—Así es. Además de exponer quiero asesorar a otras personas y fotógrafos sobre los sistemas de impresión. Es decir, sobre temas que van desde el tipo de papel que podemos utilizar al color concreto, pasando por el enmarcado que mejor le puede quedar a una fotografía.

—Es un firme defensor de la fotografía en papel.

—Observar la fotografía en papel es una experiencia distinta porque estamos acostumbrados a verla en el móvil, a través de las pantallas. A mis alumnos siempre les digo que no son fotógrafos hasta que plasman una idea y la llevan al papel. Entonces, les tiene que gustar.

—¿También se dedica a la docencia?

—Aquí en la galería ya di cursos en grupo a cinco personas e incluso alguna clase individual para gente que pide una formación específica. También imparto cursos por ahí y a mucha gente.

«La llegada masiva de la tecnología ha cambiado mucho el panorama de todo el sector»

—El mundo de la fotografía se transforma...

—Así es. La fotografía no es un negocio y se ha transformado de forma radical. Ahora hay una oferta muy grande de formación. La llegada masiva de la tecnología ha cambiado mucho el panorama. Hay fotógrafos muy cotizados y valorados a los que les cuesta llegar a final de mes. Hace años, hubo un pico de demanda de gente que quería aprender a hacer fotos. Pero empezó a bajar: por un lado, creo que hay más gente que imparta cursos y por el otro, los teléfonos son las nuevas cámaras compactas de antes y a veces, llegan a sustituir a las réflex.

—Hasta las redes sociales se llenan de fotografías.

—Sí, pero yo creo que hay muchas fotos vacías, que son impactantes pero que no te dicen nada. La fotografía va más allá.