Los vecinos recuerdan que no pueden circular por el viaducto vehículos con peso superior a las diez toneladas
17 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Se ha prohibido el paso de vehículos de más de diez toneladas de peso por la Ponte de Uriz, ubicada entre los municipios de Rábade y Begonte, pero según denuncian varios vecinos de la zona algunas empresas maderistas siguen haciendo caso omiso a esta limitación. Esta situación, según estos mismos testimonios, hace que la infraestructura ceda cada poco tiempo y amenace con venirse abajo.
Los problemas de dicho puente, situado en la LU-P-5101 y que comunica los concellos de Rábade y Friol, ya vienen de atrás. El viaducto fue restaurado hace unos cuatro años, cuando tenía daños importantes en su estructura. Además, tuvo que ser cerrado a la circulación por el peligro que suponía para los conductores y viandantes. Presentaba grietas, desniveles y las barandillas curvadas. Fue entonces cuando los vecinos temían por la estructura y anticipaban que, de un día para otro, este podría venirse abajo. «A Deputación de Lugo colocou un cartel no Polígono de Rábade indicando que non poden circular camións cun peso superior as dez toneladas. Os transportistas poden viaxar dun municipio a outro facendo uso doutras vías pero utilizan esta Ponte alegando que o percorrido é mais curto; pero o único que están facendo é, ademais de incumprir as normas, danala seriamente. A proba está en que cada pouco tempo prodúcense os mesmos problemas. Cede o pavimento e dánase a estrutura. Calquera día vense todo abaixo», alertan los vecinos.
Últimas obras
Las últimas obras que se acometieron con cargo a las tareas de conservación de la red viaria provincial se llevaron a cabo el mes de agosto y tuvieron un coste aproximado de 10.000 euros. Consistieron en el vaciado y regeneración con hormigón de parte de la calzada hundida y el posterior aglomerado.
La empresa encargada de la conservación de la carretera y técnicos de la Diputación de Lugo realizaron varias inspecciones para la supervisión del estado de la vía y tomar nuevas medidas de seguridad. «De nada serven as obras de reparación se unha vez finalizadas os camións das madeireiras continúan circulando pola Ponte. O seu peso volverá a facer que pouco a pouco vaia cedendo e ameace con virse abaixo», insisten los vecinos de la zona.