Mercedes de Santaló Osorio: «Si no acompañamos las emociones del niño, hay algo sin atender»

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

Esta madre y profesora imparte el sábado un taller sobre disciplina positiva en el hotel Méndez Núñez

30 nov 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Mercedes de Santaló Osorio es madre y ejerce como profesora desde hace 17 años. Además, trabaja con niños que tienen algún tipo de discapacidad en un centro educativo. El sábado, Mercedes será la encargada de impartir un taller sobre disciplina positiva en el hotel Méndez Núñez, de diez de la mañana y hasta la una del mediodía.

-¿A quién dirige los talleres que realiza?

-Están dirigidos a personas que cuidan de la infancia y que quieren formarse. Los padres buscan respuestas porque hay algo que les incomoda o simplemente quieren seguir formándose. Esto es algo que tiene que ver con la maternidad y la paternidad. Mucha de la gente que viene no tiene problemas con sus hijos y otra, llega a los talleres porque se da cuenta de que cede al grito constante y que la única herramienta educativa que utiliza es el castigo, el chantaje o algo parecido.

-¿Qué es la disciplina positiva?

-Es una filosofía de vida que se basa en relaciones de respeto mutuo y que está relacionada con el respeto de las emociones y con el conocer qué es lo que necesita un niño. Al final, todos somos emociones y muchas veces no sabemos cómo acompañarlas o simplemente hay una parte de la persona que está sin atender.

-Hasta hace relativamente poco, nadie hablaba de esto en Lugo.

-Yo me encontré con padres que para hablar de disciplina positiva iban a Coruña y aquí hay más facilitadores que estamos formando en este campo y que estamos dispuestas a dar las herramientas necesarias para conseguir educar de una manera humana.

-¿Qué les enseña a los padres?

-Varias cosas. Primero hablamos de la dinámica del puño y de lo que busca la disciplina positiva. Es muy importante el autocuidado. Al final volvemos a lo de siempre, cuidarte para cuidar. A veces tus necesidades están por debajo de las del niño, pero también es importante que ellos aprendan que todas las personas en el mundo tienen necesidades. Ese aprendizaje es el mejor regalo que les podemos hacer. Este taller también es un momento de autocuidado para los padres, de pararse y de pensar.

-¿Cuál es el mayor enemigo ahora mismo?

-La urgencia y el tiempo. Querer las cosas para ya. El desarrollo de las habilidades de las que estoy hablando son a largo plazo porque es un proceso que necesita su tiempo.

-Tenemos más de lo que necesitamos.

-Hay una confusión entre los deseos y las necesidades de los niños. Comer gominolas es un deseo mientras que ingerir alimentos tres veces al día es una necesidad. Que te den un abrazo cuando estás triste también es algo que necesitas.

-¿Cuál es el primer truco para empezar a educar en positivo?

-Cuando no hay tiempo es necesario que se establezcan las prioridades. Por ejemplo, si nos sentamos a la mesa y uno de los padres está contestando a un correo electrónico, tiene que darse cuenta de que eso es algo que puede esperar diez minutos. Muchas veces anteponemos las actividades extraescolares a las necesidades de los pequeños, que también se ven afectados por el no parar. Eso afecta a su concentración, a su capacidad de observación y a su creatividad, entre otras cosas. Los niños no funcionan a golpe de reloj, y tenemos que saberlo.

-¿Es cierto eso de que el tiempo se busca?

-Tenemos más tiempo del que nos creemos y la sensación de que todos los momentos tienen que ser productivos es contraproducente. Es necesario tener momentos con los padres para preparar la mochila del día siguiente o la ropa, y eso puede ser más positivo que apuntarlos a muchas actividades. Los niños desarrollan el autocontrol con sus padres y también habilidades y responsabilidades. Por eso hay que buscar soluciones en lugar de castigos.

-Los límites también son necesarios.

-Y hay que poner esos límites indiscutiblemente. Pero los padres también tenemos que tener claro que, por ejemplo, los teléfonos móviles son objetos nuestros y no dejárselos constantemente a los niños. Además, la tecnología en los pequeños y pequeñas tiene efectos que no son buenos. Primero hay que leer y luego, decidir.