Eliminar la estación de autobuses, una propuesta con muchos detractores

La Voz LUGO / LA VOZ

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cedida

Todas las partes reunidas en un debate sobre la estación coinciden en no derribar el edificio por ahora

16 nov 2019 . Actualizado a las 17:52 h.

El pasado jueves se celebró un debate en el IES Lucus Augusti, organizado por la entidad ecologista Adega, representada por su portavoz Adela Figueroa. También formaron parte de la mesa de debate Raúl Veiga, Secretario del Colegio de Arquitectos de Lugo y Luis Latorre, Presidente de la Asociación Lugo Monumental. El acto estuvo moderado por el periodista Paco Nieto.

Los diferentes enfoques de los ponentes coincidieron casi todos en una conclusión esencial: es necesario posponer el derribo de la actual estación hasta afrontar con rigor y seriedad el futuro del

transporte en Lugo y replantearse si realmente es razonable esa actuación.

Los argumentos medioambientales.

La portavoz de Adega explicó que a su juicio el traslado de la estación de autobuses es un problema ecológico, y no solo por lo que supone en cuanto a generación de escombros y construcción de nuevas moles de hormigón, sino por la generación de un espacio que supondrá una «isla de calor» en medio de la ciudad, lo que implica un aumento de

temperaturas, ahondando en el problema del calentamiento global. Según dijo, una plataforma de hormigón en medio de la ciudad ayudar a subir la temperatura, lo cual no ocurriría si por ejemplo hubiese un jardín. Además, el incremento de los desplazamientos en vehículo privado para llegar a la nueva ubicación, un hecho contrastado por los datos del estudio previo que la Xunta de Galicia realizó para la Intermodal, supondrá más emisiones contaminantes y un innegable despilfarro de combustibles.

Perspectiva urbanística.

El Colegio de Arquitectos, como reveló su secretario, Raúl Veiga, tiene preparados recursos contra las licitaciones anunciadas por la Xunta de Galicia, ya que los parámetros de las mismas no responden a criterios+ urbanísticos públicos, aunque sí pueda haber otro tipo de intereses en la operación. Entiende que la destrucción de la Estación de Autobuses no sigue ningún criterio técnico y que la alteración del plan de transportes que supone para Lugo, así como la desfiguración de la actual estación de tren, no ha sido analizada convenientemente desde perspectivas urbanísticas o incluso de conservación del patrimonio, ya que hay elementos ferroviarios protegidos que se tendrían que demoler, lo que complicaría el proyecto.

Desmontando mitos.

Lugo Monumental, a través de Luis Latorre, hizo hincapié en los débiles argumentos que se

esgrimen para el cambio de ubicación de la estación de autobuses, demostrando que es falso

que la intermodal sea necesaria para la llegada del AVE, ya que por ejemplo Madrid no tiene dicha estación y es la ciudad de España con más líneas de alta velocidad.

Los datos del estudio de la Xunta, por otro lado, avalan la permanencia de la estación de autobús en su ubicación actual por su

accesibilidad peatonal, su mejor conexión con la red de buses urbanos y su estratégica situación para la mayor parte de la población. Achacó el proyecto a criterios políticos de discutible utilidad.

Cada ciudad, un caso

Los tres ponentes coincidieron en no estar contra el concepto de estación intermodal como tal, pero también en que hay que estudiar cada caso, porque no todas las ciudades tienen las mismas condiciones. Expusieron que lo razonable es acercar el transporte al ciudadano y se pusieron ejemplos como el de Vigo, que llevará al centro de la ciudad los autobuses interurbanos y el tren para evitar que se tengan que usar medios de transporte adicionales.

Tras las intervenciones iniciales, se abrió un intenso coloquio en el que participó activamente el

público, unas cincuenta personas, que casi unánimemente se mostraron contrarios al traslado de la estación de autobuses, ahondando en los argumentos dados por los ponentes.