El peatón atropellado en la A-6 en Begonte se dirigía a Ferrol tras salir de un bar

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

CEDIDA

El fallecido abandonó la prisión el día anterior a su muerte y acudió al hogar del transeúnte con la intención de cenar

02 nov 2019 . Actualizado a las 18:11 h.

J. M. F. G., el hombre que pasadas las siete y media de la tarde del miércoles fue atropellado por un vehículo en la A-6, a la altura de Begonte, cuando caminaba por la autovía y sin chaleco reflectante, se dirigía a Ferrol. O al menos fue lo que le dijo a las últimas personas con las que estuvo antes de introducirse a pie en la autovía y ser arrollado mortalmente por un coche.

Antes de producirse la tragedia, el varón estuvo en un establecimiento hostelero de Outeiro de Rei tomando una caña y a la hora de abandonar el local le dijo al camarero que no podía pagar la consumición porque no tenía dinero.

Tras salir del establecimiento, se introdujo en la autovía y echó a andar por el arcén. A la altura del punto kilométrico 511, cuando caminaba en sentido A Coruña por la calzada sentido Madrid, fue arrollado por un coche en el carril izquierdo según el sentido correcto de la marcha.

El cuerpo del varón impactó hacia el centro del cristal del vehículo y falleció en el acto. Por su parte, el conductor del turismo resultó ileso.

J. M. F.  había salido de la prisión de Bonxe el martes, día 29 de octubre, tras cumplir condena por temas vinculados con las drogas.

Horas después de salir de la cárcel se presentó en el albergue municipal, Fogar do Transeúnte, ubicado en la capital lucense, para cenar. Dado que llegó tarde, no le dieron la cena en el comedor, por lo que se llevó un bocadillo y se apuntó para comer al día siguiente. Al mediodía del día 30 no se presentó en el albergue para comer. Se sabe que estuvo recorriendo las diferentes calles del municipio de Rábade, entrando en varios bares y en una tienda, donde cogió pan y embutido.

El fallecido era natural de Viveiro y tenía 50 años.