La llamada más inoportuna

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Alberto López

Óscar Poy, que se ausentó de la votación en la que el pleno le retiró la dedicación parcial, asegura que fue por atender una llamada de la Xunta relacionada con el pleno

01 nov 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Son los peligros del directo. Pleno de Lugo. Comienza la sesión y el secretario procede a leer el segundo punto del orden del día. Se trata de la propuesta de la alcaldía para modificar las asignaciones y retribuciones de las dedicaciones del Partido Popular. Concretamente, el pleno se dispone a votar a favor de que la media dedicación que estaba percibiendo Óscar Poy pase a manos del veterano Manolo López, que cambiará su dedicación parcial a una completa. Justo en ese instante Óscar Poy, uno de los interesados, se levanta de su asiento con el teléfono en la mano y sale del salón de plenos bajo las miradas de desconcierto de sus compañeros de bancada, especialmente del portavoz del grupo, Ramón Carballo, y de su segundo, Antonio Ameijide. 

Mientras Poy se ausenta, la corporación vota a favor del cambio de asignaciones, 24 votos a favor y la abstención del concejal ausente, que regresa minutos más tarde. La escena da para interpretaciones. Al fin y al cabo, la política es fondo, pero también formas, y en ese momento lo más sencillo es entrever que Poy no estaba por la labor de votar a favor de que le retirasen su salario de 22.000 euros en favor de otro compañero. Algo que, el concejal, se apresuró a desmentir nada más finalizar la sesión. 

«Quizás las sutilezas de la vida política se me escapan un poco todavía y ni siquiera me lo planteé», apuntó Poy para explicar que, en ningún momento fue premeditada su ausencia en la votación. «Es la primera vez que intervengo (defendió una proposición sobre instalaciones deportivas). Me plantan una enmienda (el gobierno, justo antes de entrar en el pleno) y tengo que asegurarme de lo que decimos en el pleno para que luego no me llamen de la Xunta para decirme ‘chaval, qué has hecho’. Lo que hice fue salir afuera a hablar con Manolo Cadramón, que es el señor de la Xunta que lleva el tema de deportes en la provincia», contextualizó Poy, que no quiere que se malinterprete su ausencia.

Alberto López

También su jefe de filas, Ramón Carballo, se apresuró a contextualizar la situación. «Pasáronnos naquel momento unha enmenda, a proposición levábaa el e colleuna e saíu co teléfono a falar coa Xunta. Penso que non debía pensar que se votaba ata o punto tres ou catro», dijo el portavoz de los populares.

Lo cierto es que la llamada de la Xunta resultó de lo más inoportuna en lo estético, y Poy se quedó sin votar la modificación por la que, a propuesta de su partido, dejaba de percibir su media dedicación. A partir de ahora, Manuel López, que está a punto de jubilarse, cobrará de esta manera una dedicación completa (44.408 euros) y podrá así completar mejor el sueldo de su jubilación. Mientras, Óscar Poy, que cobraba la media de 22.680 euros brutos al año, tendrá que regresar a su puesto de trabajo, en una empresas cárnica de Rábade. El PP había pedido al gobierno local que le cediese la dedicación que dejó Maite Ferreiro en el Concello para ser vicepresidenta de la Diputación. Poy, además de edil, es diputado provincial, pero en San Marcos no recibe sueldo, salvo las correspondientes dietas.

Guiño hacia su compañero

Poy se estrenó este mandato en la corporación municipal de Lugo y este jueves se estrenó defendiendo una propuesta de su partido. Concretamente, propuso al pleno la construcción de un pabellón deportivo multidisciplinar y la elaboración de un reglamento de uso de las instalaciones deportivas. Cuando llegó su turno de intervención, se manejó con soltura y puso una pizca de humor al dirigirse al pleno diciendo que «espero con humildad y emoción que apoyen la proposición». En ese momento, además, hizo un guiño a su compañero Manuel López. Se dirigió al concejal de Deportes, Miguel Fernández, y le agradeció irónicamente que la enmienda a su propuesta la hubiesen prsentado por escrito «en vez de la marrullería que le hizo a mi compañero Manuel» al presentarle una enmienda en viva voz.