Emma Ozores: «El humor de mi padre sigue vigente»

LAURA LÓPEZ LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

cedida

La actriz llega a Lugo el sábado con la comedia «¡El último que apague la luz!», escrita por el genial Antonio Ozores

31 oct 2019 . Actualizado a las 22:19 h.

La actriz Emma Ozores llega este sábado a Lugo para interpretar, junto al actor Juan Anillo, ¡El último que apague la luz!, la última comedia escrita y dirigida por su padre, el genial actor Antonio Ozores, fallecido en el 2010. Se trata de una comedia surrealista con la que están homenajeando por todo el país al célebre actor, con más de 200 películas y más de 150 obras de teatro.

¡El último que apague la luz!, que lleva una década sobre los escenarios —pasó casi cinco años en cartel en Madrid, en el Teatro Gran Vía Arlequín y fue Premio Nacional a la Mejor Comedia en el 2010—, podrá disfrutarse mañana a las 20.30 horas en el Auditorio Gustavo Freire y las entradas ya están a la venta a partir de 16 euros en giglon.com. Emma Ozores, que pertenece a una fantástica saga de actores (hija de Antonio Ozores, sobrina de Mariano Ozores, prima de Adriana Ozores, sobrina de Emma Penella y Terele Pávez...), protagoniza esta comedia.

—¿Puede considerarse ya un clásico esta obra?

—[Ríe] Pues casi, porque llevamos mucho tiempo con ella, gusta mucho y la gente no para de reírse. Pasó en Madrid mucho tiempo porque funcionaba muy bien y estuvimos prorrogando, pero ahora ya podemos sacarla de gira para que pueda verla más gente.

—¿Cuál es el secreto para que siga funcionando después de tanto tiempo?

—Está escrita con mucho ingenio y mucho talento, y eso se nota. El público acaba en pie aplaudiendo y es muy emocionante. Es una obra original, diferente a lo que se ve habitualmente y la gente disfruta mucho. El humor de mi padre sigue vigente.

—¿A qué público va dirigida?

—A todo tipo de público. En principio, está pensada para un público adulto, pero al ser un humor blanco pueden venir también niños de más de 5 años. A veces vemos a toda la familia en una fila, desde niños pequeños a abuelos, y todos se ríen y disfrutan mucho.

—¿Cuál es la trama?

—Realmente, son como distintos sketches con diferentes personajes. En ellos, el público tiene que usar mucho su imaginación. En un momento dado hablamos de un señor vestido de bombero, pero no está, y el público tiene que imaginarlo; también hacemos de padres primerizos, pero el bebé tampoco se ve, hay que imaginarlo; hay una parada de autobús, pero hay que imaginarla; en otro momento, explicamos a los espectadores que en el teatro clásico el público pateaba con los pies el suelo cuando algo no le gustaba, y yo animo a la gente a hacerlo cuando mi compañero recita unos versos muy mal...

—¿Representar esta obra es una manera de que su padre siga sobre el escenario?

—Efectivamente, y para mí eso es lo más bonito. La gente viene con mucho cariño para ver lo que hizo él, el público lo sigue queriendo muchísimo, y por eso para mí es una obra muy especial y que me produce una satisfacción enorme.