El Garañón y el párking Ánxel Fole, foco de debate en el pleno

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

La anécdota de la mañana fue que PSOE y BNG, socios de gobierno, votaron diferente por primera vez

26 sep 2019 . Actualizado a las 14:11 h.

El Concello de Lugo celebró esta mañana una sesión plenaria en la que el caso Garañón sobrevoló casi de forma permanente y en la que los reproches fueron una constante. A nivel práctico, PSOE y BNG hicieron valer su mayoría para aprobar dos reconocimientos extrajudiciales de crédito que superan los 300.000 euros y la aprobación inicial del reglamento de control interno que regirá en el municipio. También se dio el visto bueno a la adhesión a la historia social única de la Xunta, con los populares reivindicando que habían tomado la iniciativa a la hora de reclamarla y los socialistas rechazando esa idea; y a la convocatoria de la mesa de trabajo de ordenanzas fiscales (propuesta por Ciudadanos), que ya tiene, según Paula Alvarellos, el borrador avanzado.

A lo largo de las tres horas que duró la sesión hubo varios momentos álgidos. Uno de ellos llegó casi al final, cuando el PP presentó una moción en la que convivían los aparcamientos disuasorios y el cierre del Ánxel Fole. El líder de los populares, Ramón Carballo, reclamó la búsquedad e soluciones y propuso buscar opciones que permitan la suspensión temporal del decreto de cierre. El equipo de gobierno insistió en que no iban a saltarse la legalidad pero pondrían todos los medios de su parte, y el edil de Urbanismo, Miguel Couto, instó al PP a que ejerza de intermediario con la Xunta para que permita utilizar por las tardes y los fines de semana sus aparcamientos y los de los centros de eneñanza de la zona. 

Los socialistas pidieron al PP que diga con exactitud qué normativas ampararían la suspensión del decreto de cierre y recordaron que era un problema heredado de la etapa del PP.

También las líneas de ferrocarril y la estación intermodal acabaron generando tensión en la sesión plenaria.

La anécdota del pleno

El PP propuso que el Concello inste al gobierno de Pedro Sánchez a que transfiera a los municipios los recursos derivados de la participación en los ingresos del estado. Una moción que hizo que, por primera vez desde que PSOE y BNG formalizaron su pacto de gobierno, el signo de su votación fuese distinta. El BNG enmendó la proposición de los populares incluyendo otras cantidades pendientes de años anteriores, y los populares la aceptaron. El PSOE, sin embargo, quiso dejar claro que la administración general a día de hoy no tiene ninguna deuda con el Concello y que su voto sería negativo. Así, la propuesta salió adelante con los votos favorables de PP, Ciudadanos y BNG. «O goberno está composto por dúas forzas que se uniron para desenvolver un programa de goberno, e ao longo do mandato imos ter diferentes posicións pero non vai interferir co acordado no programa por moito que tenten buscar a deslealdade», dijo la alcaldesa, Lara Méndez, a la oposición.

Momentos de tensión

La regidora volvió a vivir varios encontronazos con el viceportavoz de los populares, Antonio Ameijide. Le reprochó que «tras estar dous anos enchéndoselle a boca chamándome corrupta, aínda hoxe estou agardando a que me pida desculpas». La corrupción del caso Garañón y el derribo del edificio también denominado así, sobrevolaron toda la sesión plenaria. La regidora se comprometió a que, una vez pronunciada la Justicia, y arreglada la situación con los promotores de la edificación, que entraron en concurso de acreedores, se procederá a demoler el edificio y crear allí una zona verde. En cuanto tengan vía libre lo ejecutarán y, si puede ser en este mandato, mejor.