«Personajes como el de A Fonsagrada hacen mucho daño y no deberían existir en Youtube»

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

Cedida

Un youtuber de Alicante considera que Daniel Ibáñez moviliza a los servicios públicos para captar seguidores

04 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Roberto Bravo es un youtuber de Alicante que lleva cuatro años gestionando un canal a través de Internet. Ayer contactó con La Voz para denunciar las actuaciones que está llevando a cabo Daniel Ibáñez Fuentes, el hombre de 43 años que fijó residencia el 25 de junio en un apartamento de A Fonsagrada, que también dispone de un canal y que cada dos por tres genera alarmas a través de la plataforma y hace que sus seguidores movilicen a los servicios de emergencia en vano. Tanto es así que a su domicilio acudieron hasta en tres ocasiones la Guardia Civil, Protección Civil y los servicios sanitarios. «Personajes como este hacen mucho daño y no deberían existir en Youtube. Además de desarrollar un contenido malo y que habría que ver hasta que punto es legal, moviliza a los servicios de emergencia, que pagamos todos los españoles, para captar más seguidores en Youtube. Me da mucho coraje porque estos profesionales pudieron haber hecho falta en cualquier otra parte y él generó una situación por su culpa. Si no estuviera en Youtube emitiendo en directo, esto no pasaba», explica Roberto Bravo, que añade que la alarma se generó porque produjo una gran expectación. «Lo hizo para lograr más audiencia, más expectación y ganar más dinero. En alguna ocasión incluso amenazó con suicidarse», cuenta el alicantino.

«Quería sacarme seguidores»

Este youtuber de Levante indica que no conoce personalmente a Daniel Ibáñez y que solo entabló conversación con él a través de Internet. «No lo conozco personalmente pero hace unos tres meses se arrimó a mi chat de forma simpática. ‘Muy bueno colega, me gustan tus vídeos’», me comentaba. En un principio le contestaba porque me caía simpático e incluso subí alguno de sus vídeos en mi comunidad para que le vieran. A raíz de eso, consiguió más seguidores y su canal empezó a funcionar bien. Al incrementarse sus seguidores, el hombre comenzó a verse fuerte en la red y empezó a hablar mal de mí poco a poco. Su objetivo era hacerse con toda mi gente y que solo lo siguieran a él», manifestó este youtuber.

En este sentido, Roberto Bravo matizó que no puede llamársele youtuber a Daniel Ibáñez porque es una persona que no respecta las normas. «Empezó con canal libertad y dijo que montaría un partido político. Prometió que las primeras 5.000 personas que se suscribieran serían miembros de su partido en el gobierno que el formaría en su momento. Esto es un delirio pero hay gente que se lo cree», explica Roberto, que añade que sus mentiras se perciben claramente. «Evita el contacto directo con la cámara y se ve claramente cuando miente; mira al techo o se coge la barba», dice.

Según explica este alicantino, Youtuber le metió un strike por incumplir las normas de la comunidad. «Hay palabras y acciones que están prohibidas en Youtube. Si te meten un strike no puedes hacer directos durante una semana o un mes. Si vuelves a vulnerar las leyes, además de no poder subir vídeos, tampoco cobras. Te avisan un máximo de tres veces. A Daniel le pasó esto con canal Libertad. Aquí se hacían auténticas barbaridades», asegura.

Según Roberto, Youtube tuvo que poner este año 30.000 moderadores para revisar todos los incumplimientos de normas. «Cuando se incumple, hay un sistema automático, unos algoritmos, que detectan la vulneración y automáticamente bloquean el vídeo. Si el youtuber tiene más de mil suscriptores puede pedir una revisión manual y entonces es ahí cuando interviene el moderador y revisa el vídeo y decide si es apto o no para Youtube. En España tenemos el récord mundial de moderadores», lamenta.

En cuanto a los beneficios obtenidos por un youtuber, lo que más cuenta es el tiempo de visualización por parte de los seguidores. «Cuánto más tiempo se visualice el vídeo, más se cobra. Más o menos, un euro por 1.000 visualizaciones. También cuenta si el espectador no salta el anuncio. Sin embargo los ‘likes’ o ‘no likes’ no influyen. El número de ‘no likes’ puede ser elevado pero nada tiene que ver con el número y tiempo de visualizaciones», recalca.

Roberto Bravo opina que en este país hay mucha gente que no tiene nada que hacer y «por eso triunfa una persona como Daniel en Youtube», concluye.