Con casi 3.300, su creador cuenta cómo el canal nació hace ya dos años: «En un principio, el canal tenía otro nombre pero no llamaba la atención y fue por eso que le cambié el nombre y la temática. Se llama San Ludopatrón», afirmó. Quería desahogarse por la situación social actual y, además, necesitaba ingresos extra para completar la pensión que recibe todos los meses. Un retribución de 500 euros a la que se suma lo que obtiene con esta actividad. «La temática principal son los directos. Me di cuenta que hay gente con insomnio, que está sola, en situación de desempleo... y necesita este tipo de ayudas. Dado el contexto, te pones a hacer un directo largo, la gente se une y acaban hablando entre ellos y conmigo personalmente... Mi canal es una súper comunidad que se está haciendo», indicó.
Según afirmó este vasco afincado en A Fonsagrada, YouTube requiere estar 24 horas disponible, porque hay que contestar continuamente al chat. «Además, el canal te pide un mínimo de 1.000 suscriptores y 4.000 horas de producción en los últimos doce meses para concederte monitorización, es decir, para cobrar. No se gana mucho dinero con esto, concretamente un euro por mil visitas, pero es algo que me gusta y al tiempo te vicia», concluye Daniel Ibáñez.