Lugo avanza en los pasos para convertirse en ciudad inteligente

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Empiezan las pruebas piloto para mejorar la gestión de los residuos urbanos

01 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una ciudad inteligente o Smart City debe mejorar la vida de sus habitantes y, al mismo tiempo, apostar por la sostenibilidad. De la mano va la reducción de la contaminación y la innovación tecnológica. Para que una ciudad pueda definirse como inteligente debe cumplir estos requisitos, además de utilizar de forma responsable todos los recursos disponibles.

El jueves, Lugo dará los primeros pasos para conseguir una gestión inteligente de los residuos urbanos y rurales. Se instalarán 100 sensores volumétricos en los depósitos con medidores de llenado. También el jueves empezarán las pruebas piloto, que tratarán la cobertura de datos y el funcionamiento de la comunicación con el sistema. Además, se levantarán los contenedores con el sensor ya instalado y se comprobará su comportamiento cuando albergan residuos en su interior. Los estudios se realizan por seguridad antes de colocar los depósitos en la calle.

Envases ligeros y papel

 

Para esta primera experiencia piloto, las pruebas se realizarán sobre contenedores de envases ligeros y papel. Además, también se cambiará el sistema de recogida de papel, pasando de carga superior a carga lateral en los depósitos, aumentando así su eficiencia. Los ciclos de carga son menores, por lo que se pueden recoger más contenedores cada día.

Obtener información sobre el estado de cada contenedor permite optimizar los viajes de los contenedores, que así no paran en aquellos depósitos que aún están vacíos y pueden recoger los que están llenos con más agilidad. Esto evitará impactos al medio ambiente y agilizará el tráfico, al reducir el paso de camiones. También se gastará menos combustible, por lo que bajarán las emisiones de dióxido de carbono, además de la contaminación acústica que se produce, en general, en horario nocturno.

Contenedores con vida

Una vez finalizadas las pruebas, los contenedores con vida interior se colocarán en Augas Férreas y en Aceña de Olga. Posteriormente, se implantarán tanto en zonas rurales como urbanas. En total, se calcula que el ahorro en el servicio, que se paga por desplazamiento y tonelada recogida, podría ser superior a los 600.000 euros.

Una de las directrices de las ciudades inteligentes es el aprovechamiento de recursos. Por ello, estos contenedores evitarían que, especialmente en los meses de verano, los camiones de recogida pasen por lugares que se quedan vacíos en julio y agosto. Del mismo modo, podrían incrementar el servicio en las zonas que triplican su población durante las vacaciones, optimizando así los viajes.

Los contenedores se colocarán tras las pruebas en Augas Férreas y Aceña de Olga