«El béisbol me ha llevado a conocer más de veinte países»

antón grande LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ÓSCAR CELA

El deportista lucense vistió 455 veces la camiseta de la selección española y también practicó piragüismo

21 jul 2019 . Actualizado a las 21:42 h.

Ricardo Coria (Lugo, 1953) estudió el bachillerato en el antiguo Instituto Masculino. Posteriormente cursó la carrera de Magisterio, también en nuestra ciudad.

Siendo estudiante en el instituto, comenzó a practicar béisbol a los 14 años como aficionado. Posteriormente, y ya con la carrera finalizada, fue profesor de gimnasia en el instituto en el que había estudiado al tiempo que entrenaba al equipo de béisbol, primero bajo la denominación de Estudiantes y posteriormente en el Helios, equipo que el mismo fundó.

En 1978 lo llamaron de la Federación Española de Béisbol para colaborar con la misma aunque ya con anterioridad, en 1968, había jugado en el campeonato de España como infantil, al tiempo que acudía a los cursos que daban entrenadores cubanos en Lugo. En 1971, lo habían declarado como el mejor jugador juvenil de España.

Viajes a Cuba

Después, acude a los cursos de formación con el Comité Olímpico Italiano y otro tanto hace en Miami para formarse como entrenador. En el país americano recorre varios estados para continuar su aprendizaje, becado por la Federación Española de Béisbol, completando su formación en Italia de nuevo y en Cuba ya que fue el número uno de su promoción de entrenadores. No duda en señalar que se considera discípulo del cubano Augusto Pila, con el que mantuvo siempre una gran amistad.

Durante varios años viajó a La Habana de la mano del Comité Olímpico Español y allí conoció a deportistas de élite como Sotomayor o Stivenson, que ganó tres olimpiadas como boxeador, además de tratar con todas las figuras importantes del béisbol cubano, considerado de los mejores del mundo aunque curiosamente hoy en día, son los venezolanos los que juegan en Lugo y tienen varios equipos en España.

Durante 19 años fue director técnico de la Federación Española de Béisbol y tras 35 años en la Federación, se jubiló.

Al frente del equipo español, vistió 455 veces la camiseta de la Selección pero también hay que resaltar que en su juventud practicó piragüismo aunque ahora dedique su jubilación a escuchar música clásica, de la que es un gran aficionado así como muchos de sus hermanos, alguno de los cuales son músicos de profesión, a estar con la familia de la que permanecía alejado importantes temporadas por sus concentración con la selección en otros países, y a viajar, otra de sus pasiones.

Recuerdos de su infancia

Por lo que se refiere a sus tres lugares favoritos de Lugo, destaca la Praza Maior, el Club Fluvial y el Instituto Masculino. «La Praza Maior es uno de mis lugares favoritos porque en el templete de la música jugaba siendo un niño, además de acudir a los conciertos de la banda municipal con mi abuelo los jueves y los domingos. Era por lo tanto esta plaza mi lugar de juegos pero también de mi afición a la música, sobre todo a la clásica que interpretaba entonces la banda municipal dirigida por el maestro Francisco Méndez», señala.

El segundo lugar preferido de Ricardo Coria es el Club Fluvial, lo cual tiene también su lógica ya que es socio desde pequeño porque ya su familia lo era y lo llevaban en las épocas veraniegas.

«Allí me pasaba muchas horas, hice piragüismo y fui dos veces campeón de España en K-4, formando parte también de la tripulación el que posteriormente sería olímpico y campeón del mundo, Misioné. Actualmente, siempre que puedo, y ahora de jubilado tengo más tiempo, acudo al club con mi nieta», explica.

Por lo que se refiere al Instituto Masculino o «Lucus Augusti», fue el lugar en el que además de realizar sus estudios, le posibilitó conocer un deporte como el béisbol. «El béisbol me permitió desarrollar una responsabilidad grande en este deporte. En el Instituto fundé un club, el Helios y posteriormente, en 1978, sería el introductor del béisbol femenino en Lugo», recuerda.

Este deporte, que le dio tantas satisfacciones, es compartido también por toda su familia, compuesta por 29 miembros y que desde hace un par de años organizan el Trofeo Ricardo Coria, lo que demuestra la implicación de sus familiares en este deporte.