La Diputación cierra el mandato entre agradecimientos y con alguna puya

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

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Darío Campos se despidió visiblemente emocionado y aplaudido por el pleno

16 jul 2019 . Actualizado a las 12:25 h.

La Diputación de Lugo bajó el telón a un mandato de cuatro años que comenzó con polémica y que se despidió entre agradecimientos, adioses y alguna puya. El próximo jueves se constituirá el nuevo plenario, por lo que la sesión de este mediodía, de trámite, suponía para muchos su despedida del organismo provincial, e incluso en algún caso, como para el exalcalde de Guntín, de la política. 

La portavoz del Partido Popular, Elena Candia, fue la primera en tomar la palabra. Lo hizo con los agradecimientos por delante y declarando que finalizaba un mandato «para a historia» en el que las distintas fuerzas políticas habían sido capaces, en cuestiones importantes, de ponerse de acuerdo por el bien de la ciudadanía. Recordó su breve paso por la presidencia y tuvo palabras de reconocimiento para el presidente saliente, Darío Campos, al que reconoció su «capacidade de diálogo». La popular añadió que «lamentamos que o PSOE volva a facer un Martínez con vostede» y subrayó «a súa labor e o compromiso da palabra dada». 

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Recordó Candia que los populares son la fuerza que mayor representación tendrá en la Diputación que se constituirá este jueves e insistió en su disposición a explicar su proyecto de provincia «a quen queira escoitalo». Añadió además que bajo su punto de vista el mandato ahora cerrado debe servir de espejo en el que mirarse en cuanto a la capacidad para sacar adelante proyectos consensuados y dejar atrás las líneas rojas. «Estamos orgullosos de aparcar as liortas políticas».

Manuel Martínez, uno de los grandes protagonistas del mandato, también tomó la palabra en su despedida de la Diputación tras veinte años en el pleno. En su adiós, el alcalde de Becerreá declaró su agradecimiento a trabajadores y políticos y dijo de Campos que habían tenido una relación políticamente correcta y que con él «sabes a que aterte». Calificó de «período convulso» el mandato, y calificó a la política de trituradora en la que él llevaba sobreviviendo cerca de cuarenta años. «Marcho coa cabeza alta e a seguir co apoio dos meus veciños de Becerreá», donde continuará como regidor. Remató con un «Dios parece que nos observa a todos».

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El portavoz del BNG, Xosé Ferreiro, se despedía también de su etapa como diputado provincial y lo hizo coincidiendo con Candia en que dejaban atrás un mandato «histórico que se recordará para o malo e para o bo». De cara a los nuevos diputados, pidió que estudien lo sucedido en este mandato para no volver a repetir los errores del pasado y que intenten copiar lo bueno. Destacó el «cambio de filosofía» que entre todos habían logrado en el organismo provincial en cuanto al reparto de fondos públicos.

La emoción del ya expresidente

El ya expresidente de la Diputación, Darío Campos, fue el último en tomar la palabra. Lo hizo de manera muy concisa y visiblemente emocionado. Tildó el mandato de duro y se mostró agradecido a todos deseando suerte a todos tanto en lo personal como en lo político. Un aplauso unánime cerró su intervención. Luego, Campos se fue despidiendo de los diputados, incluido Martínez, con el que se dio un tibio apretón de manos.

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