Un entrenador con mucho fondo

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Tito Picouto

El lucense, muy conocido en Pontevedra, lleva el esfuerzo y la constancia por bandera

08 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Hurtado (1984, Lugo) es un hombre sosegado cuando habla, que simula tener siempre una media sonrisa a la vez que responde a las cuestiones que se la plantean. No pocas veces, ha atravesado una línea de meta en primera posición, elevando los brazos y sujetando la cinta que le indica que es el número uno esa mañana. Dice que él no tiene una excesiva madera atlética, que siempre se vio inferior a los demás, lo que derivó en una constancia y una testarudez propia de un campeón. Quizás por eso lo apoden Huracán, alias que le dio un compañero en su juventud. Dice que nunca le preguntó los motivos exactos a su amigo, el porqué de ese nombre, pero que quizás lucía bien con su apellido, quizás porque con 19 o 20 años era un terremoto, o quizás porque era un alma impredecible en las carreras, un innovador en los cambios de ritmo en busca de la sorpresa para con sus rivales. Ese atleta hoy se perfila más como entrenador, pero las buenas costumbres nunca se olvidan, y Hurtado tiene muchas.

«Empecé, supongo, por la simple coincidencia», señala sobre sus inicios. «Mi padre era entrenador y yo también tenía un primo que practica atletismo. Era mi primo mayor, por lo que lo tenía de referencia. En los Franciscanos, además, ofrecían esta actividad deportiva así que... me metí de lleno y hasta ahora».

Han pasado más de veintipico años desde aquello, y por el camino Hurtado se inició en la marcha para luego optar por el fondo puro. Asevera que fue otra decisión casual, quizás fruto de que no destacaba en ninguna disciplina realmente. De la marcha tiene buenos recuerdos, asegura que entrenó lo que no está escrito, pero que se convirtió en un tanto desesperante la situación al entrar en la élite española y comprobar que era descalificado debido a la acumulación de faltas durante las pruebas. «Era difícil, algo muy técnico. Recuerdo que había preparado una prueba de 50 kilómetros marcha y ni la pude acabar. Decidí cambiar», comenta.

Como atleta, Hurtado siempre ha demostrado valor y tesón, paso firme. Reconoce, eso sí, que a día de hoy ya la genera más ilusión ver cómo los que ganan y hacen las marcas son sus pupilos, y no tanto las suyas. «Es algo natural, supongo. Yo ya empiezo a correr menos, tanto por la edad como por el tiempo; y ellos van a más. Me llena y me alegra que los nuevos atletas consigan sus objetivos». Ahora bien, el lucense también explica que antes de los resultados y las marcas, prefiere hacer hincapié en los valores del deporte, su fomentación, su traspaso. «No entiendo unos resultados si no hay unos valores implícitos detrás. Es imposible separar una cosa y otra. No es que quiera hacer especial hincapié en ello, es que me parecería absurdo considerar cualquier tipo de educación o aprendizaje sin una base de este tipo detrás, de su promoción».

No en vano, Hurtado es bien querido por sus alumnos y aprendices. En su último cumpleaños decidieron darle una sorpresa. Todos los integrantes del equipo aparecieron con sudaderas o chaquetas a entrenar, y así pasaron los primeros minutos. Él, en repetidas ocasiones, les exigía que se quitaran la parte de arriba que se iban a morir de calor. Cuando llegó el último atleta lo hicieron. Todos llevaban una camiseta con la cara de Manuel estampada en ella. Risas y aplausos se sucedieron a continuación. ¿Hay logro más grande que el sentirse querido por unos alumnos?

Un político de fondo

Para algunos pudo ser una sorpresa, aunque conociendo un poco a Hurtado es fácil saber su preocupación por tratar de cambias las cosas, de mejorarlas, allá por donde pasa. En las últimas elecciones, el atleta figuró como cabeza de las listas por CxG en su ciudad. Explica que los resultados no fueron buenos, pero todo el proceso y el trabajo que hubo detrás de la candidatura sí fue excelente. Sabe bien que, como las maratones, la política es una cosa de fondo.

«Soy una persona muy reflexiva. Siempre he escogido estudios y carreras que de alguna manera buscaban informar y educar, mejorar a las personas», comenta. «La política siempre me interesó y se me presentó esta oportunidad y decidí aprovecharla».

Habrá que seguir entrenando, tal y como ha hecho durante la mayor parte de su vida. Curte. Atleta, entrenador y político. Un todoterreno con apodo emblemático, de los buenos, de los que se recuerdan. Es difícil, ciertamente, no acordarse de Manuel Hurtado.