El juzgado le da la razón al Concello tras la reorganización del mercado

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Una placera demandó al gobierno local tras perder su puesto en la Plaza de Abastos

26 jun 2019 . Actualizado a las 21:09 h.

La reordenación del mercado de Abastos «está suficientemente justificada», «no ha sido caprichosa ni arbitraria» y «viene precedida de una multitud de motivos técnicos, funcionales y comerciales analizados con detenimiento, de forma profusa y exhaustiva tanto por Mercasa como por la directora del Plan Urban». Es lo que dice la sentencia del juzgado Contencioso número 1 de Lugo, que le da la razón al Concello y desestima el recurso presentado por una placera descontenta tras perder su puesto.

La demandante estaba disconforme con la nueva ubicación, decidida por el gobierno local, y pretendía mantener su sitio cerca de la entrada principal del mercado, como había ocurrido desde hacía 25 años, «considerando que con la nueva situación ha perdido presencia comercial». Ella misma proponía que se le asignase el puesto 29, argumentando que se respetaría la agrupación gremial.

La placera tenía la concesión del puesto 37, antes de su madre, y era titular además de una autorización temporal para ocupar el 29 (título que dejo de ostentar el mes de diciembre del 2014). El dato es relevante, porque no gozaba de un derecho subjetivo que la legitimase para que le fuera adjudicado con ocasión de la reforma del mercado. El pliego técnico explica que el puesto 37 desapareció y que por ello tuvo que ser reubicada en los puestos siete y ocho.

La sentencia, en base al informe técnico de reordenación, entiende suficientemente justificado el cambio de emplazamiento. Explica que «la nueva ubicación de todas las pescaderías en un único pasillo responde a los criterios de homogeneidad y agrupación gremial» y que la estancia común en la que se ubican facilita las labores de limpieza necesaria de pescado. Otro de los motivos que se esgrime es el hecho de que los lunes no abren las pescaderías, «por lo que se estima más razonable desde el punto de vista comercial y de imagen del Mercado que los puestos que se visualicen al acceder por la entrada principal permanezcan siempre abiertos».