El excura de varias parroquias de Ribadeo y Trabada, José Emilio Silvaje, condenado a tres años y medio de prisión

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El tribunal también sentenció a un año y tres meses de cárcel a José Jaime de Orozco, el hombre que permutó algunos de los objetos que le entregó el religioso

20 jun 2019 . Actualizado a las 18:43 h.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo ha condenado al antiguo cura de doce parroquias de los municipios de Trabada y Ribadeo, el valenciano José Emilio Silvaje Aparisi (Gandía, 1980) a tres años y medio de cárcel como autor de un delito continuado de apropiación indebida.

El tribunal también sentenció a un año y tres meses de cárcel, como autor de un delito de receptación, a José Jaime de Orozco, el hombre que permutó algunos de los objetos que le entregó el religioso. El expárroco deberá indemnizar al Obispado de Mondoñedo-Ferrol por los efectos no recuperados en la cantidad que se acredite en ejecución de sentencia. 

Los jueces relatan en la resolución que el sospechoso se apoderó e incorporó a su patrimonio «decenas de objetos religiosos y de culto e imágenes religiosas, así como muebles y otros objetos pertenecientes a las parroquias». Algunos estaban recogidos en el inventario artístico de Lugo y su provincia y otros figuraban en la lista de bienes de la Iglesia católica y el Ministerio de Cultura.

Los magistrados consideran acreditado en el fallo que José Emilio Silvaje, que era el encargado de custodiar los bienes pertenecientes a la Iglesia, se apropió de parte de ellos y, otros, se los dio al otro acusado, «además de arrogarse la potestad -de la que no disponía- de decidir qué bienes tenían valor y cuáles no». El tribunal también asegura que el hombre condenado por receptación tenía «conocimiento de la ilícita procedencia de los bienes y objetos que le eran entregados». 

Fue juzgado en marzo en la Audiencia Provincial de Lugo

En el juicio celebrado el pasado mes de marzo, José Emilio Silvaje Aparisi, se ensañó con los sacristanes que le eran asignados indicando que «el que no era borderline era subnormal, y me robaban dinero de las parroquias». Además, negó haberse apropiado de tallas y objetos religiosos durante su etapa de párroco de 2008 a 2012, cuando colgó los hábitos. El exsacerdote, junto con un anticuario de Mondoñedo, fueron juzgados en la Audiencia Provincial de Lugo, el primero por apropiación indebida, por lo que la Fiscalía pidió cuatro años y medio de prisión. Al anticuario le pidió un año y medio por receptación, al haber adquirido supuestamente las piezas robadas.