Los partidos apelan en Lugo al voto útil ante un escenario incierto

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Finaliza una campaña de perfil bajo, sin sobresaltos y con los discursos muy claros

24 may 2019 . Actualizado a las 18:45 h.

A pocas horas de las segundas elecciones en menos de un mes los partidos están apelando al voto útil. PSOE y PP quieren aglutinar a los electores de la izquierda y la derecha para salir reforzados y ante la posibilidad de que muchos votos se queden sin representación al no poder superar el umbral del 5 %. Mientras el resto de formaciones recuerdan que serán los garantes de que socialistas y populares apliquen «as políticas de sempre para ter os mesmos problemas de sempre», como definió ayer la candidata de Ciudadanos, Olga Louzao.

Los socialistas, que a medida que fue pasando la campaña ven más real la posibilidad de que el PP de Carballo les pueda ganar en votos, tienen claro el mensaje. La alcaldesa, Lara Méndez, lo explicaba ayer: «Estámonos xogando moito e un 80 % dos grupos que se presentan son formacións de esquerda, polo que ou se vai ó voto útil ou pode entrar a dereita no goberno de Lugo». La campaña de la candidata del PSOE ha sido de perfil bajo, esperando a que el resto de formaciones se fuesen autodestruyendo en sus ataques, a veces apocalípticos, sobre la situación de la ciudad. Dos palabras rondaron toda la campaña contra el gobierno de Méndez: «parálise» y «cidade Kabul». La alcaldesa ha preferido mantener encuentros sectoriales y atender a los vecinos en los barrios, fuera de los focos mediáticos.

Los populares, que comenzaron la campaña bajo el síndrome de la desilusión -los primeros sondeos y la victoria contundente del PSOE en Lugo en las generales fueron un mazazo para ellos-, han ido creyendo en la opción de que pueden ganar las elecciones y, con los ediles de Ciudadanos, llegar a la alcaldía. Este viernes Rajoy y Feijoo harán en Lugo un último impulso para apoyar a su candidato. Aun así, Ramón Carballo ha apelado esta semana a que los votantes no miren a Ciudadanos y se centren en el PP como opción real de gobierno. Eso sí, entre los militantes populares no ha gustado que las cartas que el partido envió a las casas de los lucenses solo apareciese la cara de Pablo Casado y, además, en un sobre donde se ocultaba en el exterior la marca y el nombre del partido. Del candidata Carballo ni línea, ni foto.

En Ciudadanos no han sentado nada bien los ataques del PP e incluso sus dardos de las últimas horas fueron hacia el presidente de la Xunta: «Feijoo está nervioso, veu pedirlle aos lucenses que non lle fallen pero el leva 10 anos fallándolle a Lugo», dijo Louzao. La campaña del partido naranja se ha caracterizado por actos llenos de impacto. No tienen nada que perder, y menos en un escenario tan polarizado por PP y PSOE.

El BNG -la primera formación que hizo los deberes, tanto en la lista como en el programa- ha apostado por una campaña más explicativa, y en positivo, de aquellas propuestas que han defendido durante el mandato y que les han aportado la simpatía y el apoyo de parte del electorado que perdieron que en la última década. La moderación que transmitió su candidato -«púxose camisa», señalaban sus opositores- fue a la par de un discurso claro y directo sobre el modelo de ciudad que quieren. Rubén Arroxo es el candidato mejor valorado, según las encuestas.

La izquierda llega en absoluta división y hubo cierto desconcierto en el electorado, pero la campaña ha despejado las dudas. Lugonovo, que cambió de candidato a tiempo, precisamente pateó las calles para presentarse casi de nuevo ante los electores, apostando por los barrios. Xosé Chorén tuvo que poner cara a un proyecto «con valentía».

Por su parte, Carlos Portomeñe, vuelve a encabezar ACE con un discurso muy claro: «Somos a alternativa» y, a la vez, coherente con su trayectoria del mandato: el azote de la alcaldesa. Su contundencia contra Lara Méndez, que de entrada no comparten electorado, continuará si sale elegido. Incluso, si su voto decide la alcaldía, el PSOE no lo va a tener nada fácil.

Josito Pérez, de Podemos, puede ser la sorpresa del domingo. Sin apenas medios y con poca estructura, los del partido de Pablo Iglesias en Lugo llegan «inmaculados» y sin pasado, además de apostar por una idea: «Somos xente da rúa, non profesionais da política. Podemos está aquí para poñer o Concello ao servizo da veciñanza». Su candidato defiende, como bandera, el consenso.