La nueva biblioteca de A Piringalla obliga a derribar parte de lo ya hecho

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

MOMA

La estructura de hierro aprovechable será sometida a una profunda revisión

10 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Concluir la biblioteca de A Piringalla, después de más de una década de tramitación, no es tarea fácil. Desde el Taller de Arquitectura MOMA, que fue quien elaboró el proyecto técnico para la conclusión de la obra, aseguran que la estructura actual no se ajusta a la contemplada en el proyecto modificado y es necesario adaptarla a la normativa actual vigente. Aún cuando el objetivo inicial fue el de aprovechar al máximo lo ya ejecutado, eso no será posible en su totalidad. «Para adaptarnos a la nueva alineación se deberá derribar parte de la estructura y cimentación ya construida», indica la memoria descriptiva del proyecto técnico elaborada por el citado estudio lucense.

«Desde la redacción del proyecto original hasta ahora, el Código Técnico de la Edificación (CTE) ha cambiado (...) haciéndose más restrictivo y exigente, por lo que se han realizado cambios en la definición de la envolvente hasta el punto de cambiarlo por completo en el volumen principal del edificio», dicen desde el estudio. La solución adoptada, advierten, cambia totalmente la concepción original del inmueble.

Apuntan los autores que entre 2010 y 2011 fueron realizadas 14 pruebas de resistencia del hormigón, pero será necesario efectuar nuevos controles antes de reanudar la obra. Además, la estructura metálica que sirva tendrá que ser sometida a un riguroso estudio para conocer su estado.

MOMA

La adaptación del inmueble a la nueva alineación motivó una modificación en la distribución y, a su vez, una pequeña reducción en las superficies útiles. «El cambio de alineación nos lleva a una modificación estructural para lo que se eligió un sistema eficaz y muy expresivo estéticamente. Se trata de una cercha triangulada que destaca al estar situada en el exterior del edificio. Sirve de soporte al inmueble en la fachada hacia la rúa Vázquez Queipo y se prolonga por la planta baja de la fachada norte hacia la guardería, con una función estructural secundaria», expresa la memoria descriptiva. Las obras tienen un plazo de 18 meses.