Abella: un centro comercial de 35.000 metros que solo vende sándwiches

Xosé CArreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

En la gran superficie, únicamente es posible comprar lo que ofrece una máquina

28 abr 2019 . Actualizado a las 18:41 h.

Es posible que no haya otro caso igual en el mundo. Lugo tiene actualmente un centro comercial que se aproxima a los 40.000 metros cuadrados con un aparcamiento para 1.700 coches, pero lo único que se puede comprar son sándwiches, algunas galletas y unas pocas bebidas sin alcohol. No quedan tiendas, ni personal. Las ventas las hace una máquina de vending. Eso es Abella, una superficie fantasma con un futuro incierto.

Para esa miniactividad comercial (dentro del inmenso local solo quedan operativos el cine y el gimnasio), están en funcionamiento dos escaleras mecánicas (de subida y bajada) y dos ascensores. Además, un equipo de entre tres y cuatro personas se dedica a los trabajos de limpieza. Tanto los baños como el resto de las instalaciones están perfectamente limpios.

El establecimiento fue planificado con 60 locales comerciales. Las pocas muestras de que en ellos hubo actividad son algunos carricoches de bebé y otros artículos de niños que quedan en los escaparates de una de las tiendas y restos de lo que en su día funcionó como parafarmacia. Sobreviven algunos juegos de plástico del parque infantil, que fue uno de los negocios que más aguantó pero que, finalmente, acabó sucumbiendo como los demás.

Es curioso: los visitantes más despistados pueden salir con la idea de que el centro comercial está por inaugurar, porque son muchos los grandes letreros que anuncian la «próxima inauguración» de nuevos negocios, y de eso, ni hablar.

El centro supuso una inversión cercana a los 90 millones de euros. Fue inaugurado en noviembre de 2011. Comenzó con muchas expectativas porque se pusieron varias cadenas de hostelería, ropa y otro tipo de artículos, pero la caída fue en picado. El hipermercado, de la cadena E. Leclerc, le aportó oxígeno, pero por muy poco tiempo. El grupo francés, que creó casi 60 empleos, optó por recoger cestas y marchar. Eso fue a finales de enero del año pasado. Desde entonces el local también está vacío. Durante algún tiempo apareció anunciado en algunos negocios inmobiliarios por un precio bastante inferior a los cuatro millones de euros. Espera comprador.

«Si pusieran el Primark, ya verías tú cómo estaría lleno»

 En la cuenta de Facebook del centro comercial, algunas personas lamentan que no funcionan porque, dicen, es necesario para la zona. «Se gastaron el dinero para nada. Si pusieran el Primark, ya verías tú cómo estaría lleno», escribió una consumidora. Otra también pidió el mismo establecimiento y un «buen supermercado». Y es que la cadena irlandesa de ropa y complementos, con preciso bajos, es uno de los comercios deseados en Lugo, y no falta quien la vea como salvadora de Abella.

El gimnasio cierra en un mes

El gimnasio de la cadena McFit es otro de los negocios que sigue funcionando en Abella, pero será solo por mes y unos días. Los clientes fueron informados del cierre en el mes de junio. Según algunas informaciones, los responsables de la cadena no llegaron a un entendimiento con los nuevos propietarios del centro. Abella pasó por varias manos.