Una vilalbesa, al borde del desmayo tras confundir a los guardias de la redada con una banda de ladrones
LUGO CIUDAD
Una residente en el edificio registrado tuvo que ser atendida tras toparse con los agentes uniformados y armados
26 abr 2019 . Actualizado a las 08:19 h.El material que llevan en mano y el uniforme que visten los guardias pertenecientes a la SIR (Sección de Intervención Rápida) le jugó ayer una mala pasada a una vecina del edificio registrado por la Benemérita en el centro de la capital chairega.
Cuando los agentes se disponían a practicar el registro domiciliario, una residente en el mismo se topó con ellos y entró en pánico al verlos, ya que pensó que estaba ante una banda de ladrones. Tal fue el susto que se llevó la mujer, que sufrió un fuerte ataque de ansiedad y los presentes tuvieron que movilizar a los servicios sanitarios para que le prestaran asistencia médica urgente. Una ambulancia acudió al punto y atendió a la vecina, que pasados unos minutos ya logró recuperar la tranquilidad. Esa fue la razón por la que un vehículo sanitario se encontraba junto al edificio registrado.
Tres detenidos
La operación antidroga desarrollada ayer en un edificio de la Rúa da Pravia, una de las principales calles de Vilalba, se llevó a cabo entre las diez menos cuarto y las doce de la mañana. Varios efectivos, acompañados de un perro especializado en detención de sustancias estupefacientes, tomaron el inmueble y registraron tres pisos diferentes del mismo. La operación se saldó con la detención de tres individuos: un portugués, de 33 años de edad; un marroquí de 22 y un rumano de 20. Los arrestados residían en tres pisos distintos del edificio registrado y fueron puestos a disposición judicial.
En el registro, los agentes incautaron unos 20 gramos de hachís y de marihuana, así como diversos enseres empleados para el tráfico de drogas y un arma corta. El operativo fue desarrollado por la Guardia Civil de Vilalba y en él colaboraron los guardias de la SIR (Sección de Intervención Rápida), que son los que actúan con el rostro tapado y con arma en mano. Además del susto que se llevó la residente del inmueble, el despliegue causó también una gran expectación entre los vilalbeses.