El ourensano fue segundo en la Copa Presidente disputada en Murcia
22 abr 2019 . Actualizado a las 07:55 h.La presencia de Roi Freixedo González (O Irixo, 2007) entre las mejores promesas del tiro olímpico español no es fruto de la casualidad, como ha demostrado el joven deportista en una nueva edición de la Copa Presidente, que reunió en Murcia a las mejores promesas del panorama de la pistola de aire comprimido, en su categoría alevín.
Es cierto que el ourensano afincado en Lugo había puesto muy alto el listón en su primer año en ese rango de edad, ya que el mismo trofeo lo había ganado en Logroño el pasado año. Esta vez, en Murcia, la competición le puso nuevas exigencias a un Roi que no se adaptó bien al sistema automático de portadianas de la galería de tiro: «Es parecido al de Logroño, pero no me salió bien la primera jornada y perdí 20 puntos con respecto al tirador que terminó ganando. El domingo me pude concentrar mejor en la tirada y llegué a remontar hasta diez puntos, pero tuve que conformarme con el segundo puesto».
La competitividad de Roi es notable y, aunque buscaba una victoria que a la postre no logró, el subcampeonato lo mantiene en una línea brillante, teniendo en cuenta que volvía a tener al lado a los mejores especialistas de su edad en la distancia de diez metros».
El prometedor deportista ya espera con ansia la disputa de la próxima edición de la Copa Princesa de Asturias, en una galería como la de Oviedo, que conoce bien: «Ya estuve tres veces ahí y es más parecida a la de Lugo, en la que tiro habitualmente, confío en que se me dé bien».
La cita asturiana y el Campeonato de España que lo obligará a volver a Murcia son puntos álgidos de una temporada en la que también apela a las tiradas sociales para mantener su forma y a los campeonatos provincial y gallego, donde sostiene su puntuación para ser un primera espada del combinado gallego.
El pequeño Roi le dedica dos horas semanales a sus entrenamientos: «Si compito el fin de semana son un poco más. Ahora mismo tiro para divertirme, pero no renuncio a soñar con una Olimpiada en el futuro, las dos cosas son posibles». Y tanto que lo son, al mantenerse en un grupo de jóvenes tiradores que destaca por su constancia desde la edad benjamín. Aunque no era obligatorio optó por tirar sin apoyo desde su primer año alevín, pensando en llegar a cadetes en la mejor forma posible.