Las dos aficiones rivalizaron mano a mano en un Sar abarrotado
03 mar 2019 . Actualizado a las 23:58 h.«Tanto en Lugo como en Santiago, da gusto. Está claro que es mejor jugar como local. Pero da gusto ver estas dos aficiones, ver cómo la gente espera este partido de una manera especial. Es mucho mejor jugar así, aunque sea en contra, que en un pabellón medio apagado en el que parece que el público va al teatro y no a ver baloncesto». Quien así hablaba a la conclusión del partido era Sergi Vidal, un veterano que las ha vivido de todos los colores y que solo tenía palabras de elogio para las dos hinchadas. Rivalizaron incansablemente en un Multiusos de Sar que vivió su mejor entrada del curso.
El derbi tuvo pasión, emoción y ambiente de sana rivalidad, que siempre es bienvenido. Los primeros en predicar con el ejemplo fueron los veteranos de ambos contendientes. Ya lo hicieron en la primera vuelta, en O Pazo, y repitieron en Sar. Para ellos fue el sentido aplauso de la grada, sin distinción de colores.
También ayudan detalles como el recordatorio a una de las ilustres aficionadas del Breogán, Mirian Vázquez. No pudo asistir al partido en O Pazo, por su delicada salud en aquel momento. Quería venir a Sar. Entre una cita y otra se le apagó la vida, pero de alguna manera sí estuvo presente en el Multiusos, con su imagen en el marcador mientras Uxía cantaba el himno gallego, y con familiares a pie de pista con camisetas que recordaban su breoganismo.
Durante los cuarenta minutos de juego atronaron las dos hinchadas. Lógicamente, la local, superior en número, se hizo notar más. Pero los más de quinientos aficionados que llegaron desde Lugo también empujaron con la misma fe que demostró el equipo.
De lo que no hay duda es de que tanto el Breogán-Obradoiro como el Obradoiro-Breogán fueron apasionantes espectáculos en la pista y en la grada. Como dice Sergi Vidal, «tanto en Lugo como en Santiago da gusto».