La Fiscalía mantiene la petición de 17 años de cárcel para el fraile de O Cebreiro acusado de abusos sexuales

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Psicólogas del Imelga dan credibilidad al testimonio de la joven que denunció abusos

07 feb 2019 . Actualizado a las 13:25 h.

La Fiscalía de Lugo ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales contra el fraile de O Cebreiro, José Quintela, acusado de supuestos abusos sexuales y elaboración de material pornográfico. Mantiene las acusaciones de abusos sexuales, por las que pide 17 años de cárcel para el religioso.

La segunda jornada del juicio arrancó poco después de la diez de la mañana, tras llegar el fraile acompañado de sus dos abogadas, que no quisieron hacer declaraciones a los medios. La vista prosiguió tras la declaración del martes del franciscano, que ejercía su labor pastoral en el santuario de O Cebreiro cuando se produjeron los hechos denunciados, entre noviembre de 2014 y febrero de 2015, y de las dos supuestas víctimas, una menor y un primo suyo con una discapacidad psicológica.

Durante la jornada pasaron por la Audiencia Provincial peritos del Instituto de Medicina Legal de Galicia, psicólogos e informáticos de la Guardia Civil. Incluso la trabajadora social del Ayuntamiento lucense de Pedrafita de O Cebreiro, donde se encuentra el santuario. Durante tres horas se sucedieron los testimonios, hasta que la presidenta del tribunal, María Luisa Sandar, suspendió las declaraciones y comunicó un descanso de quince minutos para que las partes elevaran a definitivas sus conclusiones.

La Fiscalía anunció que iba a mantener las acusaciones, por un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal y otro delito de abuso sexual y elaboración de material pornográfico.

Por su parte, la defensa de José Quintela insiste en la inocencia del religioso, al que se conocía en la zona como «el cura», respecto a sus supuestos actos con la menor y con su primo, que tiene una discapacidad psíquica del 40 %.

Alberto López

Las declaraciones

Los psicólogos de la Guardia Civil, que declararon desde Madrid por videoconferencia, manifestaron que el chico les contó ?sobre lo que aconteció en la casa familiar del fraile en Trives, en Ourense? que su prima le había dicho que el cura les iba a dar dinero. El joven les relató que comieron, bebieron y hubo un contacto sexual entre él y su prima, con una tentativa de penetración por parte del religioso.

Además de los agentes, también declararon varias vecinas que, a través de la red social Facebook, contactaron con el franciscano. Una de ellas lo bloqueó ante las insinuaciones realizadas por este. Por su parte, la trabajadora social del Ayuntamiento de Pedrafita do Cebreiro detalló que ambos jóvenes vivían en una aldea cercana a esta localidad luguesa, y tenían poca relación con los vecinos, aunque eran cordiales. Sobre el caso de la menor, admitió que podría sufrir carencias afectivas, motivadas por un entorno familiar complejo.

Testimonio creíble

Por su parte, las psicólogas del Imelga aseguraron que el testimonio del joven con discapacidad era creíble, y apuntaron para el caso de la menor que tenía un nivel intelectual bajo.

El día anterior, José Quintela reconoció la relación con la joven, pero alegó que era consentida y que no sabía que era menor. Apuntó que en los momentos de los hechos sufría una depresión: «Perdí el norte y me dejé llevar, pero las relaciones fueron consentidas y nunca le he pagado por mantener sexo, sino que le daba dinero porque ella me lo pedía para comprar diferentes cosas».

El religioso manifestó que fue la propia menor, que en aquel momento contaba con 16 años, la que empezó a acudir sola al santuario y que, en una ocasión, esta lo quiso acompañar a una casa propiedad de la familia que tenía en Trives.