La grifón y la sabueso pasaron casi 24 horas atrapadas en un bancal de una cantera de Vilarpunteiro
16 ene 2019 . Actualizado a las 13:40 h.Luna y Cuca ya están en casa después de pasar casi 24 horas atrapadas en un bancal de la cantera de Canpesa, en Vilarpunteiro, Baralla. Estas dos perras, de cuatro años de edad y de raza grifón y sabueso respectivamente, se encontraban en la tarde del domingo desarrollando la actividad cinegética junto a su dueño cuando la obsesión por atrapar al jabalí se apoderó de ambas. Según su dueño, le escaparon, emprendiendo una veloz carrera que no acabó de milagro en tragedia. Y es que lo que menos esperaban estas dos perras, es que a unos 300 metros de coger rumbo se encontraba un precipicio de unos 150 metros. La suerte las acompañó en su desplome, puesto que en vez de caerse al vacío, fueron a parar a la primera ladera de la cantera, ubicada a unos 35 metros de profundidad. También, el disponer de un collar localizador hizo que su propietario, Javier Fernández, un cazador de Baralla, de 36 años y perteneciente a la cuadrilla Metralla, las localizara en el talud. Se trataba de una zona complicada y a la que se accede por una pista por la que solo pueden circular todoterreno.
Dado que la noche se echó encima y que la zona era complicada, el joven se fue a casa y esperó a la mañana de ayer para acudir al cuartel y dar cuenta de lo ocurrido.
Gran dispositivo de rescate
Tras poner en conocimiento de la Benemérita lo sucedido, agentes de la Guardia Civil, profesionales del Ges de Becerreá y del parque de Bomberos de Sarria, acudieron al lugar y trabajaron en la complicada zona para rescatar a los animales con vida. «Avisáronnos sobre ás 12.30 horas e cando chegamos xa estaban os compañeiros do GES. Baixou un rescatador por unha corda, amarrou un can cun pañal de rescate e subiuno. E así dúas maniobras, porque eran dous os cans que estaban na ladeira», explica Jose, cabo del parque de Bomberos de Sarria.
Tras varias horas de trabajo y una vez rescatadas las perras fueron entregadas al dueño, que también se encontraba en el lugar. «É a primeira vez que me sucede algo así. Xunto a elas tamén estaba Reina, outra grifona pero mais fiel e que non se foi con elas», cuenta Javier.
Un domingo normal de actividad cinegética que acabó ampliándose al lunes y: con un escarmiento para las perras; un disgusto para el propietario y con un gran trabajo por parte de los servicios de emergencia: Guardia Civil, Bomberos de Sarria y GES de Becerreá.