«Me interesa ahondar en la mente del criminal, entender qué lo impulsa»

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

kike

Rocío López, autora de «Nunca fuimos buenos» y «Ladrona de vidas» quiere ser «provocadora de emociones»

20 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una lancaresa (Monseiro), de la cosecha de 1974, casada, madre de tres niños y escritora de novela negra. Cuando está a punto de terminar su quinto libro, para el que aún no tiene título, Rocío López Núñez dispara a bocajarro y sin aviso previo: «Mis principales referencias son Stephen King y Tolkien». Nada de Raymond Chandler ni Patricia Highsmith; nada de Simenon ni de Juan Madrid. Pero sí de la sueca Camilla Läckberg, como ella, de la cosecha del 74. La autora de Nunca fuimos buenos no tiene mayor interés en la crónica diaria de sucesos y tribunales; puesta a seguir algo, prefiere las series americanas. Quizá porque sus guionistas, como ella en el papel, aspiran a ser «provocadores de emociones».

-¿Qué nos puede adelantar de su quinta novela?

-En ella intento ofrecer al lector novedades con respecto a mis anteriores libros. Está avanzada, pero, como es habitual en mí, aún no tiene título. Menos en el primero, en los otros, surgió mientras se desarrollaba la historia. En el caso de Nunca fuimos buenos se me ocurrió una vez que acabé de escribirlo.

-Empezó a escribir porque se quedó en paro...

-Sí. Me diplomé en Magisterio en Lugo y, por casualidad, empecé a trabajar en el sector del transporte y la logística. La empresa cerró y quedé en paro. Decidí hacer algo y fue ponerme a escribir. Antes no había escrito nada. Nunca volverás a Pikeville la escribí para un concurso, que no gané. La tenía en un cajón y un día mi marido me preguntó qué pensaba hacer con este texto. Le dije que le pondría un canutillo y se lo regalaría a algún amigo. Me contestó que, de eso nada, que me regalaba la autoedición. Y agoté los ejemplares que edité. Me pareció entonces que tenía que completar la historia que narraba en el primero y publiqué Ladrona de vidas. Se vendió bien y decidí dedicarme más en serio. Escribí Olvídate del cielo, con personajes distintos, ambientada en Nueva York. Resultó que los personajes me gustaron tanto que quise que protagonizasen otra historia, que es Nunca fuimos buenos. Ya dije antes que mi quinto libro ofrecerá a los lectores novedades con respecto a los anteriores, prometo muchas sorpresas.