Jugando así, sabíamos que era posible

Manel Sánchez TRIBUNA

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

17 dic 2018 . Actualizado a las 19:35 h.

Hace unos días en este mismo periódico explicaba que no era una utopía que el Breogán derrotara al Real Madrid como hicimos en mi época hasta en dos ocasiones en menos de un año en Lugo y en la cancha madridista Para lograrlo consideraba que los nuestros tenían que estar en el partido hasta el final para tener opciones de derribar al gigante blanco. Estas premisas se cumplieron y hoy estamos celebrando la sexta victoria del Cafés Candelas ante los blancos, un logro que la afición, otra vez más extraordinaria en el Pazo, va a disfrutar por todo lo alto.

A la hora de buscar las claves yo me quedaría con el acierto local en ataque, pero sobre todo con la sensación de que en ningún momento del encuentro se achicaron ni se dejaron amedrentar por la calidad y el potencial del rival.

El ritmo anotador en ataque fue muy bueno, y a ello hay que sumar que en ningún momento del partido los de Natxo Lezcano perdieron la concentración.

No suelo ser de los que me decanto por destacar a ningún jugador en particular, pero en este compromiso tengo que reconocer que me agradaron especialmente los minutos de calidad que aportaron Löfberg y Salva Arco, siempre dentro del excelente tono general en el juego de todo el equipo en un partido que todos sabíamos que iba a ser de máxima exigencia y en el que rindieron a un excelente nivel.

En el aspecto defensivo solo puedo decir que la única nota que se merece el Breo es un 10. Fueron capaces de parar a un equipo que siempre se va a grandes anotaciones y dejarlo en un marcador corto, anulando casi por completo a jugadores con tanto potencial anotador como Carroll.

En ataque la evaluación de los breoganistas también fue sobresaliente, pero quiero recalcar y no me cansaré de hacerlo que jugar sin miedo ante un equipazo y mantener hasta el último suspiro la concentración resultó fundamental. No podemos pasar por encima de un detalle importante, el acierto en el tiro de 3 y de 2, en un partido en el que a ningún jugador le tembló la mano.

Por último, quiero hace hincapié en un dato, un equipo que es capaz de tener en un momento del partido 26 puntos de ventaja sobre todo un Real Madrid y es capaz de mantener la tensión y no bajar los brazos demuestra que tiene capacidad para hacer muchas cosas positivas.

En resumen, día feliz para el Cafés Candelas Breogán y para su gente y a seguir en esta línea en el año del regreso a la ACB, categoría que el equipo y la ciudad se merecen con creces.