Caen los dos colaboradores que ocultaron durante seis años al prófugo Pichita

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

PRADERO

Estafaron al Sergas con 16.000 euros luego de que el fugado tuviera que recibir asistencia médica al sufrir un infarto

09 nov 2018 . Actualizado a las 17:47 h.

Finalizada con éxito la denominada Operación Lumon con las dos últimas detenciones llevadas a cabo por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Lugo en la capital gallega y en el municipio coruñés de Teo.

Todo empezó en el año 2005 en un tiroteo entre familias ocurrido en el poblado chabolista de O Carqueixo. En ese tiroteo, además de un muerto que era ajeno a la riña, hubo tres heridos, entre ellos un menor. La víctima estuvo en el hospital con una herida de bala en el abdomen hasta que falleció un mes después. Luis Ramón Montoya Jiménez, alias Pichita, de 40 años, fue condenado a 16 años de cárcel por homicidio doloso, riña tumultuaria y tenencia ilícita de armas.

En el año 2012, este hombre aprovechó un permiso penitenciario para fugarse de la cárcel de A Lama y estuvo residiendo en Portugal. Los ahora detenidos le ayudaron a camuflarse, que estando huido de la justicia sufrió un infarto y tuvo que ser atendido en un hospital gallego. Esta asistencia sanitaria supuso un coste de 16.000 euros.

Revienta la Operación

Estos dos encubridores son J. M. J., vecino de Santiago de Compostela y de 35 años, y A. B. C., de Teo y de 46 años. Ambos fueron cooperadores necesarios en los delitos de falsedad en documento público, estafa y usurpación de estado civil cometidos por el Pichita y otro pariente.

La operación Lumon se revienta el pasado mes de julio, cuando tras pasar seis años en la clandestinidad, el implicado en el tiroteo de O Carqueixo fue capturado en Vigo. Junto a él también se arrestó a otro fugado de la justicia. Este prófugo responde a las iniciales J. A. M. y tiene 30 años. Sobre él pesaban cuatro órdenes judiciales de busca y captura para su ingreso en prisión.

Tras la detención en el mes de julio de estos dos prófugos, la Guardia Civil comenzó a investigar su entorno para llegar a las personas que les habían proporcionado documentación falsa para poder realizar diversas gestiones a lo largo del territorio nacional, que se desplazaban en una furgoneta con matrícula portuguesa, sin levantar sospechas.

Los detenidos ya fueron puestos a disposición judicial.