El «xardín dos coios», una obra que avanza tan lenta que provoca críticas

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

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La alcaldesa dará por concluida el martes la eliminación del tapón de la avenida da Coruña

02 nov 2018 . Actualizado a las 14:46 h.

La obra en ejecución en la calle Quiroga Ballesteros es una iniciativa para embellecer el espacio urbano liberado al demoler lo que fueron las caballerizas y la cocina del antiguo cuartel de San Fernando. Algunos lucenses lo han bautizado popularmente con algunas variantes de una denominación que parece la más extendida: O xardín dos coios. La duración de una obra aparentemente tan sencilla da pie a críticas irónicas. En el gobierno local admiten que aún queda algún trabajo por realizar y dicen que la empresa fue muy lenta por distintas causas.

Según informó en su día el concejal Daniel Piñeiro, el presupuesto de las obras se aproxima a los 15.000 euros y el plazo de ejecución era de un mes. Explicó en aquel momento que se proyectó una intervención sencilla «porque no proxecto do Museo da Romanización a zona que habilitamos desaparece pois contémplase nela a entrada a instalación museística». La ejecución del proyecto salió a contratación en 24.000 euros. Falta por ejecutar la parte vegetal del proyecto y fue necesario sustituir parte de la piedra utilizada en uno de los laterales.

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Por otro lado, el gobierno local confirmó ayer que la alcaldesa, Lara Méndez, prevé desplazarse el martes a la Avenida de A Coruña para comprobar el estado de las obras en el espacio en el que fue eliminado el tapón urbanístico que constituía el llamado solar del pino. Las obras parecen estar ya prácticamente acabadas. Hay que recordar que apenas iniciados, los trabajos quedaron parados porque el hormigón utilizado no era del tipo adecuado.

Amplia acera

Es de destacar que en este punto, entre los números 362 y 372 de la avenida, la acera era muy estrecha porque la ocupaba un solar. Para reclamar la eliminación de este tapón, llegó a participar en movilizaciones, antes de ser alcalde, el socialista López Orozco, junto con alguno de los que después formaron parte de sus gobiernos, como José Piñeiro. Durante los años en los que estuvo en la alcaldía (1999-2015) no logró eliminar este tapón. Sí lo hizo su sucesora, espoleada por las protestas y movilizaciones de los vecinos en la calle.