Bonhomía busca 600 reyes magos anónimos

LUGO CIUDAD

cedida

Los regalos serán entregados a menores, cuyas familias no tienen posibilidades de comprárselos

23 oct 2018 . Actualizado a las 09:38 h.

La asociación Bonhomía, creada en el año 2015 por dos diplomadas en trabajo social y una ingeniera de telecomunicaciones, pusieron en marcha de nuevo la campaña «Ningún niño sin juguete», dirigido a menores cuyas familias no pueden permitirse regalos de Reyes o de Papa Noel. Fanny Sánchez, Patricia Herráez y María Vinaches pretenden encontrar a unas 600 personas -calculan que habrá 500 peticiones, pero siempre falla algún voluntario y necesitan lista de espera- para que hagan realidad el sueño de un menor, comprando el regalo que figura en su carta. Las reglas establecen que no se puede gastar más de 30 euros en el juguete.

Este año comenzaron los preparativos antes. En la primera quincena del próximo mes confían en tener las cartas de los niños, entregadas por las asociaciones que participan en esta iniciativa: Alar Galicia, Pastoral La Milagrosa, Cogami, Down Lugo, Aliad -Ultreia, Capaces Lugo, Aspace, Juan Soñador y Raiolas.

La campaña la activaron en las redes sociales y la respuesta de los reyes voluntarios se disparó. Bonhomía pretende contar con el número equivalente al de regalos y con alguno más de reserva porque saben, por experiencia, que algunas personas que se comprometen, finalmente no compran el regalo.

Según la presidenta de Bonhomía, Fanny Sánchez, cuenta con colaboradores que participaron en las ediciones anteriores. Alguno, con esta, suman cuatro. Entre ellos figuran un rey mago voluntario que vive en Mallorca. Otros quieren participar por primera vez, como una lucense que reside en Italia, que está buscando a alguien para que lleve el juguete que tiene que comprar al punto de recogida.

El sistema de funcionamiento es similar al de otros años. Bonhomía recibe las cartas que les envían las asociaciones colaboradoras. Se encarga de repartirlas entre los voluntarios para que adquieran el regalo que pide el niño, que no siempre es un juguete. En algunos casos quieren ropa de abrigo o zapatos. Los paquetes los entregan en un punto de recogida.

Las asociaciones colaboradoras son las encargadas de entregar los paquetes a sus destinatarios. Fanny Sánchez tanto Bonhomía como la persona que compra el regalo permanecen en el anonimato durante todo el proceso. Son los técnicos de las asociaciones colaboradoras los que ven las caras de los niños cuando les entregan los paquetes con lo que pedían en la carta.