San Vicente, apaleado por la falta de unas cámaras de control que no llegan

Xosé CArreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El Concello anunció en 2016 un sistema de videovigilancia en Praza do Campo, pero nunca más se supo del proyecto

14 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las hemerotecas no perdonan, y el San Vicente que preside la Praza do Campo, tampoco. La alcaldesa aseguró el 19 de diciembre del año 2016 que ya estudiaba la colocación de una cámara de videovigilancia en la Praza do Campo, donde se encuentra la histórica fuente, objeto de un abandono que conlleva maltratos constantes. De esas cámaras nunca más se supo; y hace unos días, la regidora mostró un cambio de parecer a raíz de que diversos colectivos reclamen este sistema de vigilancia después de que un par de jóvenes se subieran al santo para bailar con él durante la celebración de una romería del San Froilán.

A pesar de las peticiones del colectivo de empresarios Lugo Monumental, el PP y otros ciudadanos, la Praza do Campo tardará años en tener grabadoras. La regidora cambió de opinión y asegura ahora que lo de las cámaras es ya un debate visto y que hay otras cosas mejores que el control por imagen, como por ejemplo, «a prevención e a sensibilización do que o patrimonio é de todos». Lara Méndez decía eso el pasado miércoles, y 48 horas después, la fuente volvía a servir de pasarela, perchero y basurero en el transcurso de otra actuación del San Froilán.

En el 2016, días después de que el santo saliese muy mal parado, tras ser derribado del pedestal, lo que le ocasionó «lesiones» en varias partes, la alcaldesa anunció que había iniciado el expediente administrativo para estudiar la colocación de las cámaras. De paso, aprovechó para culpar al PP, que por entonces gobernaba en Madrid, de los recortes que hacían que no hubiese vigilancia policial.

Siete meses y pico después del anuncio de las cámaras, el Concello no había solicitado ningún permiso ante la Comisión de Garantías da Videovigilancia, la misma que hace alrededor de seis años tumbó las colocadas en O Ceao. El gobierno local consideraba entonces complicada la tramitación.

Antonio Ameijide, el portavoz del PP, no está de acuerdo, «nin moito menos cos argumentos das dificultades que hai para a colocación dunhas cámaras». «Outra cousa diferente -dijo- é argumentar de maneira sólida e irrefutable a súa necesidade. E neste caso parece non haber moitas dúbidas pero, claro, hai que dedicarlle tempo a facer un informe detallado e, dende logo, hai material de sobra para incluír e xustificar».

Un muerto y daños

Ameijide recordó que en la plaza murió atropellado un hombre que fue alcanzado por un camión de la basura. Los vehículos de recogida tienen que moverse por espacios reducidos. La existencia de cámaras, dice el portavoz del PP, hubiese agilizado al máximo la posterior investigación.

Además de este luctuoso suceso, el portavoz popular recuerda los múltiples ataques sufridos por la fuente y el santo que llegó a ser derribado. Dice Ameijide que hay documentos gráficos de sobra que harían pensar, y mucho, a los integrantes de la comisión que autoriza las cámaras sobre la necesidad real de su colocación. A todo hay que añadir la preocupación social, dijo. Su partido y los empresarios consideran necesaria la vigilancia para salvaguardar la fuente que se encuentra dentro del conjunto histórico de la ciudad declarado Bien de Interés Cultural y que, por lo tanto, ha de tener la máxima protección.

En las filas populares están de acuerdo con la necesidad de concienciación y sensibilización de la ciudadanía; pero, advierten, en muchos casos «non existe, por desgraza». En este sentido, un edil del PP dio cuenta de las referencias que le ofrecieron personas que estuvieron en la plaza en la madrugada del pasado viernes y vieron como varios jóvenes se subían a la fuente y como uno de ellos cayó dentro del vaso y tuvo que ser sacado. Cuando algunos asistentes afearon a otros su conducta, hubo alguien que se volvió y preguntó: «E quen dixo que non se podía subir?».

Actuaciones en la plaza sí, pero controladas y dependiendo de qué tipo. Ese parece el sentir mayoritario de los grupos municipales. En el departamento de Cultura del Concello aseguraron a lo largo de la semana que no pueden garantizar que no ocurran hechos como que, por ejemplo, unos músicos toquen desde una fuente o que el público se suba a la misma. Eso es así, pero tanto hosteleros de la zona como el PP aseguran que no se vio ni un agente policial en las actuaciones que hubo en la plaza.

Tampoco en

A Praciña

Ni en la Praza do Campo, ni tampoco en la Praciña do Colexio. Esta última es un lugar escondido entre el colegio de Os Franciscanos y el Círculo das Artes. Se le conoce como la de los porros o la de la droga porque allí se reúnen habitualmente grupos de jóvenes para fumar. En su momento hubo detenciones debido a los trapicheos, justo al lado del colegio, pero el problema parece seguir. En este caso las cámaras de videovigilancia no son objeto de tramitación.