BNG, la difícil papeleta de distanciarse del PSOE

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Alguna iniciativa de la CIG parece señalar el camino al partido para alejarse del gobierno local y de su abrazo

13 oct 2018 . Actualizado a las 06:00 h.

Es joven, va camino de cuajar un político muy solvente, tiene buena presencia y es de trato afable. El candidato del Bloque a la alcaldía de Lugo, Rubén Arroxo, actual portavoz municipal, está obligado a superar los fallos de estrategia y táctica en los que ha incurrido su partido en lo que va de mandato municipal, si quiere conseguir un resultado electoral que supere al obtenido en 2015 (dos concejales).

El Bloque fue pieza fundamental para que el socialismo besteirista aparcase a López Orozco, entonces aún, y pese a las imputaciones, un peso pesado de la política gallega. Ejecutada la discutible y discutida maniobra, al nacionalismo solo le quedaba apoyar la investidura de Lara Méndez. No entrar en el gobierno local, fue una decisión cuestionable; poner alcaldesa y no mojarse en el gobierno, impuso una perversa dinámica de trabajo al Bloque. Condenado a proponer más que a censurar, el déficit de gestión del gobierno local hizo inútil la practica totalidad de sus iniciativas. Y así, mes tras mes, a medida que avanza el mandato, el perfil del Bloque va diluyéndose a la sombra, creciente pese al grave déficit de gestión, de la alcaldesa sonriente y presionado, por el otro flanco, por esa consecuencia de la ruptura del nacionalismo que es Lugonovo. Así las cosas, a Rubén Arroxo le toca afrontar la difícil papeleta de marcar distancias con el PSOE. Si tiene la inteligencia política que aún cabe suponerle, no dejará pasar sin aprovecharlas algunas decisiones valientes de la CIG, con perfil judicial, en ejercicio de algo que aún merece el nombre de sindicalismo. Para el BNG, las elecciones locales de 2019 son muy importantes; para Arroxo, pueden ser definitivas para su carrera política.