
Atención individual menús verdes y contacto con la naturaleza, alternativas a las grandes residencias
08 oct 2018 . Actualizado a las 20:06 h.«No quería que mi padre fuese un hongo plantado en un sofá a partir de las tres de la tarde. Tan pronto como pude busqué una alternativa». En estos términos se expresó una lucense de A Milagrosa que, por cuestiones de trabajo, no tuvo más remedio que buscar una residencia para su padre de 79 años. Eso era lo que ocurría con la mayoría de las personas residentes en uno gran centro geriátrico. Los mayores eran aparcados en sofás delante de la tele desde las dos y media a las cinco de la tarde, la hora de la merienda.
Esta mujer se quejó de la falta de actividades, del poco interés por dar alicientes a los mayores. Lamentó, incluso, la falta de cuidado a la hora de seleccionar los menús y hacerlos más sanos. «Ver como planificaban los almuerzos y las meriendas no resultaba muy alentador: todos los días eran a base de bollería o galletas y de zumos industriales», indicó.
«Non por ir maior tes que quedar aparcado para toda a vida. Na ancianidade diminúen as nosas capacidades físicas, pero, ollo, non as emocionais. Empoderar ao maior é o noso reto», explicó Eva María Núñez, una enfermera lucense que, junto a dos de sus hermanas, abrirá muy pronto la Casa de Maiores de Penarrubia, en el municipio de Lugo. Se trata de un inmueble todo de madera en el que la luz natural y los grandes espacios tienen especial protagonismo.
Las tres hermanas de este establecimiento (casademaiores.wixsite.com/penarrubia) pondrán en práctica el modelo de atención personalizada. Tienen doce plazas para personas sin límite de edad ni dependencias.
Eva asegura que otro de los objetivos es conseguir que quienes estén en la vivienda se sientan participativos «e, dentro dunha orde, podan tomar decisións á hora das actividades que lles gustaría facer».
En la casa habrá menús adaptados a cada uno de los residentes, con alimentos frescos, dietas depurativas y productos ecológicos. Ofrecen también gimnasia de relajación y otra serie de terapias. También plantean abrir un huerto ecológico, en el que podrán tener participación los residentes. Además tendrán talleres, de nutrición y otra serie de actividades, según destacan las promotoras del moderno recinto, ubicado en una parcela de 6.500 metros cuadrados, de los cuales 500 son de inmueble.
Comedor y chimenea
Está pensado para acoger a doce personas en habitaciones de dobles. La vivienda dispone de comedor, chimenea, una sala polivalente y despachos de consultas.
La filosofía, insisten las promotoras de esta iniciativa de Penarrubia, es que las personas a las que atiendan se encuentren arropadas emocionalmente en este hogar. Después de tener acabadas las obras hace tiempo y resolver la amplia burocracia oficial exigida para la puesta en marcha de este tipo de instalaciones, el centro arranca en las próximas semanas.
«Non por ser maior tes por que quedar aparcado para toda a vida», dice Eva Núñez