Está visto que aquí en Lugo cualquier iniciativa que atraiga visitantes, deje dinero en la ciudad e incluso cree un buen número de puestos de trabajo, aunque sean temporales, siempre tendrá sus detractores. Ahí tenemos sino el Caudal Fest, un fiestorro musical que causó numerosas protestas, tanto de algunos políticos de la oposición como de otros ciudadanos en particular. Pero ahora que pasó el día, pasó la romería, como dice el refrán y con los datos del resultado del Caudal Fest en la mano, es el momento de ver los pros y los contras.
Hay que resaltar de entrada que a Lugo acudieron más de 20.000 personas para participar en el evento, lo que significa que conozcan también la ciudad y sirvan como emisarios turísticos con sus amistades. Pero además los hoteles de Lugo y los de 30 kilómetros a la redonda estuvieron al completo durante la celebración del festival, se crearon 200 empleos directos durante los días de montaje y celebración del mismo. Se acreditaron 60 periodistas, muchos de ellos procedentes de otros países, y se calcula que durante estos días los visitantes dejaron en nuestra ciudad tres millones de euros, además de dar un gran ambiente a la zona centro, a sus bares y restaurantes.
Recuerdo que cuando empezó el Resurrection Fest en Viveiro a Melchor Roel le caían protestas de que no iba a servir más que para traer a marginales y suciedad y ahora ha logrado el carácter de internacional y nada más finalizar, a los pocos días ya se estaban adquiriendo entradas para la edición del próximo año; los viveirenses, ya sin dudas, lo consideran como uno de los grandes negocios del verano.
Pues si el Caudal Fest tuvo el éxito que tuvo en su primera edición y sigue en las próximas en crecimiento, puede ser uno de los polos turísticos y económicos para la ciudad. Lo único que tienen que hacer los organizadores es no coincidir con el Festiblas, que también tiene un buen número de seguidores que visitan nuestra ciudad.