El PP olvida el taburete de Castiñeira y fía su llegada a la alcaldía al «Café con Ramón»

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Carballo diseña una precampaña en la que refuerza la idea del contacto directo y sin prisas con cada ciudadano

21 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El candidato del PP a la alcaldía de Lugo, Ramón Carballo, inició ayer su larga carrera hacia las urnas de mayo. Expuso sus planes de trabajo, en los que destacan dos aspectos: uno, su voluntad de estar de modo permanente en contacto con el ciudadano de a pie; otro, su deseo de mostrarse cercano a los lucenses. Ambos objetivos los resume en un lema que resulta muy significativo: «Café con Ramón». El café, ya se sabe, propicia la charla cordial, durante ese tiempo mínimo que exige dar cuenta de modo educado de una taza. Y, tratándose del inicio de su precampaña, con el café como pieza esencial de ella, y con el objetivo de alcanzar la alcaldía, Carballo eligió como marco para exponer sus proyectos de trabajo la terraza del Celta, teniendo a la vista la casa consistorial. Para quedar con el candidato para tomar café y exponerle lo que cada uno considere oportuno, el PP reparte unas tarjetas con espacio para cubrir los datos necesarios para poder contactar.

La primera fase del trabajo como candidato se desarrollará entre octubre y enero, un tiempo en el que el aspirante piensa recorrer cada una de las calles de la capital y todas las parroquias de la zona rural. Habrá reuniones con todo tipo de asociaciones, desde las vecinales a las profesionales, pasando por las culturales y deportivas. De todas quiere escuchar Carballo qué quieren, cómo creen que se puede mejorar la ciudad. Él, dice, quiere «un Lugo dinámico e con futuro», que obviamente, no es el que cree que ha conseguido la alcaldesa socialista, Lara Méndez: «Transmite a idea dun Lugo pechado, polo seu pasotismo e falta de xestión». No innova en sus mensajes Carballo cuando asegura que quiere «ser o alcalde de todos os lucenses»; pero es, probablemente, un mensaje que están obligados a lanzar de todos los modos posibles cuantos aspiran a la alcaldía.

El candidato popular no es especialmente dado a las frases rimbombantes ni a las declaraciones contundentes; por tanto, su programa necesariamente debería de ser, y dice que así será, «realista, sen promesa improvisadas nin imposibles de cumprir; sen obras faraónicas e baseado en atender as necesidades que ten Lugo».

La próxima semana se reunirá con afiliados populares y simpatizantes en los distritos en los que el partido tiene dividido el municipio. Y después empezará el «Café con Ramón». Está por ver si esta fórmula tiene más éxito electoral que la campaña de Jaime Castiñeira sobre su taburete.