Los Seiscientos toman las calles de la ciudad amurallada

maría m. guntín / m. c. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

María M. Guntín

La Concentración Internacional de Seat 600 vive hoy su jornada grande y reúne a más de 60 vehículos

16 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una nueva edición de la Concentración Anual de Seat 600 llena desde ayer las calles de Lugo de Seítas de todas las procedencias, modelos y colores. Unos 60 turismos se reúnen hoy en San Marcos en un evento organizado por el Club 600 de Lugo. Además, la entidad entregará un trofeo a los clubes asistentes y un juego de pinzas para la batería a los participantes. Los conductores, que van desde los veinte a los setenta años, llegan de A Coruña, Betanzos, Ferrol, Asturias y León, entre otras localidades.

Además, los niños ocupan un lugar importante en esta clásica reunión, y es que pueden comer gratis.

 Un fiel amigo

Manolo Meilán viene por primera vez a la concentración. «Compré mi Seiscientos el 4 de marzo de 1973», y es que este lucense recuerda hasta la fecha exacta de una compra que, según explica, lo marcó mucho. «Trabajé con él, le puse una baca y lo cargué porque yo era carpintero», explica Meilán, que también dice que recuerda los cientos de veces en que quitó el asiento de atrás para meter sus herramientas.

«Andiven por toda Galicia e nunca me deixou tirado», presume el lucense, que forma parte de la Asociación de Coches Clásicos de Lugo. Ante su preciosa reliquia, destaca su motor, «está como cuando vino de fábrica», presume, a lo que añade que el vehículo «alcanza los 80 por hora y en cuesta arriba». Asimismo, Manolo Meilán dice que no lo considera histórico porque así anda con él lo que quiera sin tener en cuenta el kilometraje, uno de los requisitos para la determinación de un vehículo como histórico.

Paco González es otro de los asistentes a la concentración y, en su caso, el Seiscientos es una exhibición y no un vehículo habitual. «Estuvo parado en mi taller durante diez años después de comprarlo y ahora está aquí», declara. La única pega, según el hombre, es el coste de las piezas, que son «muy caras», según explica.

La jornada de hoy empieza con una recepción en San Marcos a las doce de la mañana, una visita a O Vello Cárcere y una comida, seguida de la entrega de obsequios a los asistentes y recuerdos a los clubes.