Usuarios del Centro de Transfusión de Galicia animan a suplir la escasez de sangre
12 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Centro de Transfusión de Galicia. Aquí se mata a la muerte. Se dona vida, sangre. Es un banco sin dinero lleno de fondos impagables, donde el plasma va y viene, que insufla al enfermo crédito gratuito, un corazón latiendo por todos. Lo alimentan clientes que no especulan; ni compran ni venden, brókeres del altruismo. Gente como Esther Estévez, de Santiago, 44 años, quien, al igual que ayer, lleva desde los 18 regalando con frecuencia lo que corre por su venas. ¿Por qué? «¿Y por qué no? Lo hago porque sí, porque me da la gana, porque te quedas muy bien, porque no te cuesta absolutamente nada», responde ligera, risueña, mientras permanece enchufada a la Trima, una máquina que realiza aféresis, algo así como la donación elevada al cubo, puesto que filtra componentes in situ: glóbulos rojos, plaquetas... 50 minutos de solidaridad, y a casa, frente a los 10 que toma una extracción convencional.
«Cuando tenía trabajo -relata su experiencia- donaba una vez cada tres meses y ahora, que estoy en paro, pues vengo cuando me coincide el autobús. No me acuerdo muy bien, pero creo que empecé cuando un familiar se puso malo y le hacía falta sangre. Luego me enteré de la problemática y decidí seguir». El hábito, cuenta, no hace al monje, pero ayuda. «Como a todos, a mí tampoco me gustan las agujas; por ejemplo, prefiero ir al cine. Pero te terminas acostumbrando y, además, no duele nada, de verdad», atestigua.
Lo corrobora, asintiendo con la cabeza, José María Vázquez, médico generalista del servicio. Explica que por la sede central del CTG, ubicada en Compostela, suelen desfilar a diario de 15 a 20 personas, si bien ahora, en pleno verano, lo hacen hasta un 33 % menos. «Y las necesidades son las mismas», advierte antes de reflexionar: «Yo le diría a la gente que se lo pensara, que esto merece la pena». No en vano, para cubrir cupos hospitalarios, en Galicia se precisan unas 500 donaciones por jornada. «Solo en una operación de cadera, se consumen de 6 a 8 unidades», ilustra el doctor.
Por eso, porque ni la muerte ni las enfermedades se van de vacaciones, porque no hay vida sin sangre, porque esta semana andan bajas las reservas de dos grupos (O negativo y O positivo), en el CTG aguardan, sobre todo en julio y agosto, con las agujas abiertas de par en par.
Unidades móviles del CTG
Hoy los profesionales del CTG, amén de en Santiago, estarán en Narón, A Laracha, A Coruña, Ribeira, Dumbría, Lugo, Pontedeva, Allariz, Vigo, Moaña y Vilagarcía.
Información adicional
En la web ctg.sergas.es y en el teléfono 900?100?828 informan de las horas y puntos exactos para cada concello.