La estatua de Ánxel Fole alcanza este San Froilán la mayoría de edad

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

CARLOS CASTRO

En A Milagrosa piden un monumento a los fundadores

05 sep 2018 . Actualizado a las 15:05 h.

El 4 de octubre de 2000, el pregonero de las fiestas de San Froilán, el historiador Felipe Arias, y las autoridades lucenses inauguraron la estatua dedicada al escritor lucense Ánxel Fole, situada entre el Campo Castelo y la plaza Ángel Fernández Gómez. Por tanto, cuando este año sea lea el pregón de las fiestas patronales de Lugo, la escultura cumplirá 18 años. Durante todo este tiempo, se ha convertido en uno de los grandes atractivos fotográficos para los turistas. La estatua de Fole, que ha superado incluso la ignominia de verse tapada por toldos de tenderetes para la degustación del pulpo, es ya una pieza fundamental en el paisaje urbano de Lugo.

La de Fole, obra de Ramón Conde, fue una de las primeras esculturas con las que se empezó a reducir el déficit de este tipo de piezas en la capital lucense. Fue inaugurada en el primer mandato del alcalde socialista José López Orozco, en el que gobernó mediante un acuerdo con el Bloque. Otras esculturas de los mismos años son las dedicadas a José Castiñeira (Horta do Seminario) y Rafael de Vega, en la calle del mismo nombre.

Un poco anterior, del mandato del alcalde Vicente Quiroga, es la escultura dedicada al poeta Luis Pimentel, en la Praza Maior, y mucho más antigua es la del sacerdote José Varela España. Significativo es también el busto del músico Juan Montes, en el jardín de San Roque. Entre las más recientes figura la de Purificación de Cora.

Las esculturas citadas recuerdan a lucenses destacados, por distintos motivos. Lugo es una ciudad escasa en este tipo de piezas. Es llamativo el hecho de que no tengan un homenaje así lucenses como Celestino Fernández de la Vega, autor de O segredo do humor, una obra de referencia en su momento entre la intelectualidad europea.

En A Milagrosa piden un monumento a los fundadores

En A Milagrosa demandan desde hace años que se erija un monumento a los fundadores del barrio. Inicialmente se solicitaba para la gran plaza del barrio, la denominada Agro do Rolo, pero, según recuerda Valentín Arias, presidente de la Asociación de Veciños da Milagrosa, no fue posible. Por ello, ahora esta asociación intenta que el citado monumento se financie con cargo al presupuesto participativo del Ayuntamiento, es decir, a la partida que será dedicada a atender las propuestas que presenten los lucenses. En su momento, había sido dado a conocer un boceto para el citado monumento, diseñado por José María Lugilde; el coste estimado era de 15.000 euros.