Cuando el alzhéimer nubla los recuerdos

maría m. guntín / X.M.P. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El centro de día y la unidad de la asociación dignifican las estancias y mejoran la calidad de vida de los usuarios

02 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Quién diría que incluso los recuerdos más felices de toda una vida pueden resultar dolorosos. Esto es lo que sufren día tras los enfermos de alzhéimer, una patología neurodegenerativa que hace que las neuronas mueran y afecta a casi 12.000 personas en Lugo, según los datos de la Federación de Alzhéimer de Galicia.

Dignificar ese camino de ida, cerrar y conservar el baúl de los recuerdos y respetar la longevidad y el ciclo natural de la vida es la vocación de las personas que trabajan en el centro de día y en la unidad de la Asociación de Familiares de alzhéimer y otras demencias neurodegenerativas de Lugo (Afalu).

Bajo el cuidado y la supervisión de su presidenta, Carmen Pena, y del director, Valentín Calvín, el centro de día cuenta con profesionales que cubren todas las necesidades de los pacientes.

 

En uno de los asientos del centro, en la calle Juana La Loca, el panorama resulta muy diferente al de las residencias o al de otros lugares. Un ambiente luminoso, tranquilo y lleno de colores hace que los usuarios pasen hasta ocho horas al día de la mejor manera posible. Tras cinco minutos de observación, una mujer se funde en un largo abrazo con Iria Franco, coordinadora y nutricionista del centro. La relación entre los pacientes y los profesionales es personalizada y adecuada a la situación de cada uno, algo muy importante para hacer frente a una enfermedad que acaba con la esperanza ante la falta de tratamientos e inversión en investigación.

Dieta sana

«Una dieta sana, alta en vegetales y fruta y baja en carbohidratos y grasas saturadas es básica», explica la nutricionista, que también cuenta que «todo lo que es bueno para el corazón lo es para el cerebro». La mayor parte de los usuarios tienen hipertensión y colesterol, algo que controla esta profesional, que se encarga de cuidar hasta el más mínimo detalle de lo que comen los usuarios. «A veces, las familias no se fijan en detalles como que hay fruta que no pueden comer», comenta Franco. Y es que los mal llamados acompañantes, ya que son mucho más que eso, son también los encargados de plantar cara al alzhéimer y acompañar a sus padres, madres o hermanas en un viaje que ya se sabe cómo acabará. Todos ellos también merecen un homenaje y unas líneas porque son probablemente uno de los más fieles atisbos que quedan de humanidad.

Desde la asociación recuerdan que es importante que ante una crisis no se les lleve la contraria y que cambien el foco de atención del paciente. En el centro, la mayor parte de los usuarios son mujeres. Un dato curioso que algunas trabajadores confirman como herencia de un sistema machista, ya que en los casos en los que son hombres los que padecen alzhéimer, son ellas las que se encargan de cuidarlos y no quieren delegar esa responsabilidad en nadie. Es difícil, pero muchas veces es necesario «pensar en lo que necesitan los enfermos», explica la directora del centro.

Es la hora de la merienda, y técnicas y axiliares dan de comer a los pacientes sin distinción, con empatía, respeto y cariño. Noelia Rodríguez es fisioterapeuta y lleva a cabo el abordaje físico a través de la prevención y con tratamientos. «La coordinación y el equilibrio se ven afectados por la enfermedad», explica. En grupos de cinco o seis pacientes, todos pasan por su gimnasio, en el que suena Manolo Escobar.

Decoración

Laura Pérez, animadora sociocultural, se encarga de las manualidades, muchas de ellas con material reciclado. «Con la decoración también recuerdan en qué festividad están», explica la profesional, que lleva a cabo labores de orientación diaria y también de lectura de prensa para los pacientes. El bingo y las películas de los viernes son otras actividades favoritas. Asimismo, el último viernes de mes celebran los cumpleaños. Maitane, Silvia, Esther y Rebeca son otras heroínas de bata blanca que ayudan a los pacientes a vivir de la mejor forma posible.