Piñeiro explica en el juzgado que no tiene competencia sobre los vertidos desde los colectores

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Dice que desde su área hizo lo que pudo en el caso de A Garaballa

18 jul 2018 . Actualizado a las 21:53 h.

El concejal delegado de la alcaldesa para Desenvolvemento Sostible, Daniel Piñeiro, prestó ayer declaración como investigado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Lugo por los vertidos ocurridos el año pasado desde el pozo de tormentas del saneamiento en A Garaballa al río Rato. La declaración fue muy breve, según las fuentes consultadas, y no asistió el fiscal, que fue el que pidió la apertura de diligencias, a la vista de la denuncia formulada por el Servicio de Protección de la Naturaleza, de la Guardia Civil.

A su llegada al juzgado, acompañada de su abogada, el concejal explicó que él es responsable del medio ambiente. Asegura que desde su área se tomaron las precauciones que indicaron los técnicos municipales con respecto al citado pozo de tormentas, con el fin de evitar los malos olores. Para ello se procedió a efectuar desatascos periódicos. Esta tarea era la que, según los técnicos municipales, se podía llevar a cabo desde su área.

El mismo concejal indicó que, las adoptadas por él fueron medidas a la espera de que se tomasen las correspondientes desde otras áreas municipales, para contratar el mantenimiento del pozo de tormenta, en el marco del mantenimiento de la red de colectores de Lugo. Piñeiro alude a la aún no efectuada convocatoria para la adjudicación de la gestión del ciclo del agua, es decir, potabilización, suministro, recogida de aguas residuales mediante la red de colectores y depuración.

Conocimiento «de oídas»

En respuesta a una pregunta de los periodistas indicó que por lo que el sabe «de oídas», de comentarios de otros compañeros de gobierno, en la actualidad el pozo de tormentas está en funcionamiento, atendido por personal propio del Ayuntamiento, mientras no se contrata la gestión del ciclo del agua.

Los vertidos desde el pozo de tormenta de A Garaballa fueron denunciados reiteradamente, tanto por organismo oficiales como desde el campo político.

La gestión de las aguas residuales, pese a la inmensa mejoría que supuso la instalación, aún reciente, de las nueva red de colectores generales, sigue ofreciendo problemas. El caso de A Garaballa no es único. El Partido Popular acaba de poner de manifiesto la existencia de vertidos en Pías, donde el saneamiento es una continua fuente de problemas. El colector de Porto de Lugo vierte aguas residuales, que provocan un considerable mal olor en el entorno, según el concejal popular Manuel López.