Kim Nam Hee: «Mi vida cambió cuando hice el Camino»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

cedida

La escritora coreana, que vendió 50.000 ejemplares de su guía, dejó un trabajo en la Embajada de Turquía para viajar por el mundo y contarlo

03 jun 2018 . Actualizado a las 21:39 h.

La escritora coreana Kim Nam Hee con su libro El viaje de una mujer sola, en el que relata su experiencia como peregrina en el Camino Francés, es, en parte, la principal responsable de que el pasado año 4.000 compatriotas llegaran el pasado año a Compostela. La autora, que vendió 50.000 ejemplares de esta guía, recorrió el Camino de la Plata, en Semana Santa desde Lisboa, después de recibir el premio internacional Aymeric Picaud, que concede la Liga de Asociaciones del Camino de Santiago. En el contexto de esta entrevista tenía previsto viajar nuevamente sola, con sus botas, bastones, la credencial y un libro electrónico que la acompaña en todos sus desplazamientos. Al Camino llegó en 2005, dos años después de dejar su puesto de secretaria en la Embajada de Turquía en Corea del Sur para dedicarse a recorrer el mundo y contar su experiencia. Aunque asegura que solo habla el español suficiente para sobrevivir: «¿Puedo usar el baño?, ¿Tienen menú del peregrino? o , sello, por favor», entre otras expresiones, a Kim Nam llegar a Santiago por cuatro itinerarios diferentes, ahora ya con cinco, le ha servicio para bastante más que para aprender un idioma, que habla con mayor soltura de lo que confiesa.

-¿Cómo llegó al Camino?

-En el año 2003 decidí dejar mi trabajo en la Embajada de Turquía y empecé a viajar por todo el mundo. Soñaba con poder hacer la Ruta de la Seda, entre China y Estambul, pero me di cuenta de que era demasiado peligroso. Un día cayó en mis manos un libro del periodista francés Bernard Ollivier, que hizo los 3.000 kilómetros solo. Fue quien me descubrió el Camino de Santiago. Gracias a él lo hice por primera vez en 2005. Me gustó la tranquilidad, que puedes tener tu propio tiempo, el paisaje y la comida. Todo ello me enganchó.

-¿Cree que es peligroso peregrinar sola?

-En todos mis viajes y no solo en el Camino he ido sola. No he encontrado ningún problema como mujer por ir peregrinando sola.

-¿Va a hacer su quinta peregrinación a Compostela?

-Sí. Desde Lisboa. Ya hice el Camino Francés, que recorrí dos veces, el del Norte y el Primitivo. El Francés creo que está muy masificado y en algunos lugares es excesivamente comercial. El 99% de mis compatriotas optan por él. Me gusta Galicia, su comida, la montaña y el verde, pero honestamente no me gustan los últimos 100 kilómetros hasta llegar a Santiago. Esas etapas no son espirituales. La gente no quiere hablar con otros peregrinos porque están ocupados en encontrar una cama y eso es muy triste. Pienso que el Gobierno, Turismo y la Iglesia tienen que hacer algo para que eso no sea así. Sé de algunos peregrinos que las tres últimas etapas las hicieron en autobús porque no fueron capaces de soportar esta situación.

-¿Cómo le fue en los otros caminos?

-Bien. Muy bien. Cuando llegué a Lugo estaba completamente agotada, pero cuando vi delante de mí la muralla romana y comprobé que se podía recorrer por encima, caminando, me olvidé del cansancio. Fue una experiencia que volvería a repetir, sin dudarlo. Pienso hacerlo.

-¿Visitó la playa de As Catedrais cuando hizo el Camiño Norte?

-Siii. Estaba en el albergue y busqué a otros peregrinos para que me acompañaran. Supe de la existencia de la catedral de piedras por un programa de la televisión, en Corea. Cuando lo vi dije: tengo que ir hasta allí para conocerla. Nos desplazamos cuatro personas en un taxi, creo recordar que era primavera. Es una playa hermosa y no se puede perder esta experiencia. Nos encantó a todos.

«Cuando llegué a Lugo estaba agotada pero al ver la muralla se me olvidó el cansancio»

«No me gustan los últimos 100 kilómetros. Esas etapas no son espirituales»

«La gente no quiere hablar con otros peregrinos porque están preocupados en encontrar cama»