Confecciones García, con 62 años de historia, inaugura una nueva línea de negocio en el hospital
02 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Uno de los comercios emblemáticos de Lugo, Confecciones García, con 62 anos de experiencia en el sector, y cuyas riendas lleva ahora la tercera generación, acaba de dar un paso más, montando una mercería en el HULA. Funcionará los 365 días del año y creará tres puestos de trabajo, que se suman a los cinco de la tienda de la calle San Pedro.
Los responsables del comercio tardaron cerca de un año en diseñar el catálogo de artículos que venderán en una tienda que está pensada para tratar de cubrir las necesidades de las personas ingresadas y de sus acompañantes, desde su ámbito de negocio. Mudas, pijamas o camisones son prendas con las que llevan trabajando desde que pusieron en marcha el negocio Constantino García y Felicitas Andión. Incorporaron calzado, que antes no vendían, ropa específica para personas con movilidad reducida; para mujeres que han pasado por una mastectomía (sujetadores y bañadores); para pacientes que acaban de dar a luz, junto a vestimenta sanitaria y regalos para bebés.
Por experiencia propia
Isabel Somoza, de la tercera generación, que junto a sus dos hermanos y a su madre Isabel García, llevan las riendas de la tienda, que compaginan con otras ocupaciones profesionales, reconoce que cuando vieron el espacio comercial en el HULA se les encendió una luz. «Nosotros teníamos que estar aquí -señaló Somoza- y a mí me quedó claro en las ocasiones en las que estuvo mi hijo ingresado. Siempre te olvidas de algo que vas a necesitar, o como acompañante, no llevas la ropa cómoda que requieren tantas horas de hospital y para poder comprarlo hay que desplazarse a la ciudad porque en el entorno no hay nada». «Yo pensé desde el principio -explicó- aquí hace falta esto y nosotros lo tenemos».
«Cuando hablábamos entre nosotros -confesó Somoza- de la posibilidad de abrir una tienda nueva siempre valoramos que que tendría que ser en un local como este». Justificó esta afirmación en las dificultades que está atravesando el pequeño comercio para poder sobrevivir a la competencia de franquicias y centro comerciales. «Aquí -reconoció- empezamos una nueva etapa».
Sugerencias de los clientes
La oportunidad de abrir la tienda, que es una concesión, surgió en el momento en el que el espacio, de 40 metros cuadrados, fue catalogado como mercería. Hubo más ofertas que la suya para desempeñar esta actividad, pero la que seleccionaron los responsables del HULA fue la de García, que explotará el espacio durante dos años, con posibilidades de renovación durante otros dos.
Confecciones García inauguró ayer su mercería en el HULA y entre las primeras clientas tuvieron a una joven que acababa de dar a luz y que buscaba un sujetador acorde con su nueva situación, que compró. Una enfermera del HULA también les sugirió que incorporaran al catálogo de prendas un modelo específico que hay en el mercado para mujeres que acaban de pasar por una mastectomía. También vendieron un conjunto de bebé para un regalo.
Las bases del concurso obligan a Confecciones García a incluir en su catálogo artículos de higiene personal, como equipos para el afeitado, pezoneras o discos de lactancia.