Tatiana murió de hemorragia interna por una sola puñalada que le afectó al bazo

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

LUGO

El agresor le asestó 54 pinchazos con el arma homicida que nunca se encontró

25 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los forenses que ayer prestaron declaración en el juicio por el asesinato de Tatiana Vázquez confirmaron que el cuerpo de la joven presentaba 54 heridas y que la puñalada que le causó la muerte fue la recibida en el bazo. Uno de los forenses, que estuvo en el escenario del crimen la mañana del nueve de abril, fue quien explicó con gran claridad y pericia, la actuación de ambos en el caso.

Temperatura

Los forenses se encontraron con una joven repleta de cuchilladas en el abdomen a la que no pudieron cogerle la temperatura en el hígado porque de introducir un artefacto en este órgano no sabrían qué lesión causarían ellos y cuál la muerte. Tampoco pudieron coger la rectal, porque una de las premisas para aplicar esta temperatura es que el cadáver tiene que permanecer en el sitio y era imprescindible hacer el examen ginecológico para determinar si hubo o no violación (esto se hace en el HULA). De trasladar el cadáver podría haber un defecto en la metodología. Optaron por coger la temperatura del tímpano, que está validada internacionalmente.

Sala de autopsias

A las doce de la mañana procedieron al levantamiento del cadáver, que fue trasladado a la sala de autopsias. Aquí comenzó el procedimiento. Tras pesar el cuerpo realizaron un examen ginecológico y tomaron la temperatura rectal. Sacaron la hora de la muerte por un tipo de escala, que fija entre las 4.50 y 7.50 horas. No se puede determinar si la muerte estuvo más cerca de las cinco que de las ocho dada la causa del fallecimiento. Tomaron muestras en general (piel, cuello, pecho, cara...) para buscar restos biológicos del agresor. Acto seguido las etiquetaron según indica el protocolo y las enviaron a la Policía Nacional, que las remitió al laboratorio. A continuación realizaron un examen ginecológico para determinar si hubo violación. Dicha prueba la llevaron a cabo en el HULA y antes de iniciar la autopsia porque desconocían si existía una agresión sexual. En esta exploración buscaron restos de semen. Aunque no mencionaron que hubiese violación.

Autopsia

Una vez tomadas las huellas y hecho el examen ginecológico, los forenses empezaron con el procedimiento de la autopsia y examinaron todas las heridas. Tras observarlas, lavaron el cuerpo y al tiempo que las iban midiendo, las describían. Tras el examen externo, abrieron las cavidades para comprobar las lesiones internas, en los órganos, y relacionar todo.

Tipo de arma

La mayoría de las heridas rondan los cuatro centímetros de profundidad pero esto no es exacto sino una aproximación. El forense puso aquí un ejemplo. Si introduces un cuchillo en plastilina, lo que queda es la anchura del cuchillo exacta, pero la piel tiene elasticidad y una vez que sale el arma se contrae y adquiere una forma 

de ojal y la medida que se toma no es la dimensión del cuchillo, porque la elasticidad de la piel varía. Según indicó el forense, a esto hay que añadir otro problema: las navajas pueden tener un o dos filos y al introducirse víctima y agresor están en continuamente movimiento y puede haber deformaciones. También depende del grosor y de la fuerza con la que se acuchille. No dan una medida exacta, sino aproximada. Explicó el forense.

En cuanto a la longitud, estamos en las mismas, puesto que la caja torácica tiene elasticidad y el agresor puede introducir el cuchillo con mucha fuerza o poca. Hay una herida, la número 14, que tiene un trayecto de once centímetros de longitud. Se encuentra en la parte inferior del abdomen, atraviesa la piel, avanza paralelo a esta y tiene un trayecto de 11 centímetros.

Hora de la muerte

La hora de la muerte se sitúa entre las 4.50 y las 7.50 horas del día 9 de abril del 2016. Es lo que le dio a los forenses la aplicación de la fórmula para un 95% de fiabilidad. Ante la pregunta del fiscal, sobre si se podría saber el tiempo entre el ataque y el fallecimiento de la joven, el forense indicó que no. En este sentido declaró que si la herida afectara al corazón o vena aorta, se desangraría en dos o tres minutos, pero insistió que la herida que le causó la muerte fue en el bazo, un órgano que produce hemorragias lentas y continuas. El forense indicó que no se puede saber el tiempo exacto que tardó en morir. Añadió además, que tras esto, la víctima queda inmovilizada, se contrae, la herida queda taponada y es muy dolorosa. Si no existiera la herida número 23, la del bazo, Tatiana estaría viva, porque esa herida fue la que la mató. 

Tres cortes superficiales en el cuello por presionar la piel lentamente con el cuchillo de forma amenazante

En su declaración, los forenses explicaron que dada la multitud de cuchilladas que presentaba la víctima, las dividieron en tres grupos: cabeza, tronco y manos.

En cuanto a la zona de la cabeza, la joven apareció con una cuchillada en el labio y tres en el cuello. Todas estas heridas fueron superficiales y perimortales (están alrededor de la muerte pero no pueden precisar la hora). Además, la joven tenía una contusión en el pómulo. Presentaba un color púrpura, lo que apunta a que el golpe fue recibido poco antes de morir, porque pasadas unas 18 horas la coloración es amarillenta- verdosa. Aún así no se puede determinar si fue golpeada justo antes de fallecer.

En cuanto a las tres puñaladas en el cuello, son pequeñas y están rodeadas de sangre. Son muy superficiales y revelan que fueron realizadas con un objeto puntiagudo y que estuvo pinchando de forma amenazante, sobre la piel, quizá como una medida de presión.

Tronco

En el tronco se produjeron las heridas de más gravedad y la mortal. En total fueron 33 y mayoritariamente en la zona de la pelvis y en el lado izquierdo. Destaca aquí una herida situada en el cuadrante inferior de la mama derecha. Esta tuvo trascendencia porque atravesó la piel, entrando en cavidad neural y pinchando el pulmón derecho. El forense insistió en que esta no fue la puñalada que le provocó la muerte porque el otro pulmón quedó viable y podría sobrevivir.

La herida de la muerte se sitúa en el costado izquierdo y con lesiones en la octava costilla. El arma penetró en la cavidad abdominal, alcanzó el bazo y lo seccionó unos tres centímetros. Esto ocasionó una hemorragia interna. La sangre salió del bazo de forma continua y se fue acumulando en la cavidad abdominal provocándole lentamente la muerte. Tatiana murió desangrada y en la cavidad peritoneal había, como mínimo, un litro y medio de sangre. Esta cantidad de sangre no se acumuló de golpe, sino progresivamente. Es por ello que los forenses no pueden defender el tiempo que tardó en morir ni la hora exacta.

La mayoría de las heridas perpetradas en el tronco no pasaron de la epidermis que envuelve en cavidad abdominal, pero de estas destacan diez: el intestino, que estaba tocado en dos puntos; varios pinchazos en otros órganos y también la vena ilíaca que estaba seccionada en dos puntos y esto ocasionó también una pequeña hemorragia.

Manos

En las manos de Tatiana aparecieron 17 heridas. Se trata de cuchilladas que corresponden a la defensa por parte de la víctima, que con el objetivo de protegerse puso las manos delante. Las heridas de defensa en las manos indican que estaba consciente y que ejercía una defensa para protegerse. Se deduce que estas tuvieron que ser al principio.