Una de ellas tuvo una relación con el acusado mientras vivía con Tatiana Vázquez
23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Dos exnovias del hombre al que se juzga, con jurado, en la Audiencia Provincial, el senegalés Ibrahima Ndiaye, acusado de la muerte de la joven Tatiana Vázquez, declararon que con ellas no tuvo comportamientos violentos. Una de ellas mantuvo una relación con el ahora acusado cuando aún vivía con la joven que apareció muerta en un coche aparcado en San Fiz, en abril de 2016.
La primera de las exnovias que declaró aseguró que tuvo una relación con Ibrahima N. cuando ella tenía 26 años (en la actualidad tiene 36). Se conocieron durante las fiestas de San Froilán; el ahora acusado se dedicaba a la venta de bolsos. Cuando acabó su jornada dieron un paseo. Esta relación se formalizó inscribiéndose en el registro de parejas. La relación, según esta mujer, acabó porque se fueron distanciando. Afirmó que el ahora acusado nunca fue agresivo con ella. Indicó que convivió con él en un piso de su padre.
La otra mujer mantuvo una relación con el ahora acusado al mismo tiempo que este vivía con Tatiana Vázquez; en su declaración abrió lo que puede ser una línea conflictiva en este caso, al indicar que había escuchado rumores de que el padre de la joven asesinada había tenido algún tipo de relación con el hombre que se sienta en el banquillo.
Esta exnovia de Ibrahima, al final de su declaración, y a preguntas de la presidenta del tribunal, le preguntó si su relación con el acusado era también sexual o solo de salir; la declarante afirmó que nunca durmieron juntos. En todo caso, sí hubo una abundante comunicación mediante wasaps entre esta mujer y Tatiana Vázquez, hasta el punto de que el abogado defensor señaló: «Había un juego entre usted y Tatiana ¿No cree que Tatiana la utilizaba en beneficio propio, para darle celos incluso». Añadió: «Dos mujeres que están al mismo tiempo con un mismo hombre, ¿cree que todo lo que le contaba Tatiana era verdad?». «No», fue la respuesta.
«Ella lo perseguía»
Según este testimonio, «ella lo perseguía», hasta el punto de que un día entró en el bar en el que estaban. Parece que en ese momento Ibrahima le dijo a Tatiana que de quien estaba enamorado era de la otra. Reconoció que el acusado les mentía a las dos. En este sentido, aseguró que el ahora acusado le había ocultado durante un tiempo que vivía con Tatiana Vázquez.
«Ella decía que quería conseguir algo de él», pero, reconoció esta declarante, no sabía qué era lo que pretendía conseguir Tatiana. Para esta mujer, está claro que Tatiana mantenía a Ibrahima. También apuntó hacia cierto tipo de creencias por parte del acusado. En este sentido, indicó que llevaba un cordón en la cintura que no se quitaba ni para ducharse, y que tiene por objetivo evitar el mal de ojo. En otro momento de la declaración, afirmó que Ibrahima «salía más conmigo que con ella».
También indicó que cuando conoció a quien hoy es su pareja y dio por terminada la relación con Ibrahima, este aceptó sin más la situación. Igualmente aseguró que el acusado nunca amenazó a Tatiana, a la que vio un par de veces, delante de ella. Afirmó que nunca vio en el ahora acusado comportamientos que le hicieran pensar que es una persona peligrosa. Tanto la acusación pública como la privada trataron de exprimir al máximo el testimonio de esta mujer, con un largo interrogatorio basado en los wasaps que intercambió con la joven que apareció muerta en un coche en la urbanización de San Fiz, en la capital lucense.