Cientos de tapas de registros mal asentadas sacan el sueño a los lucenses

e.g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

kike

Hay protestas en varias calles por el ruido que provocan al pasar los coches

20 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las canalizaciones de las distintas redes de servicios exigen accesos, registros, que se cubren con tapas metálicas. Las calzadas de todas las ciudades están salpicada de tapas de registros, metálicas, que, cuando dejan de estar bien asentadas, se convierten en una verdadera tortura para los vecinos por el ruido que generan cada vez que pisa sobre ellas un vehículo. En la capital lucense el problema está muy extendido, debido, fundamentalmente a la falta de supervisión municipal del estado de estos registros y por el deterioro de las calzadas consecuencia de su deficiente mantenimiento durante largo tiempo.

Hay calles de Lugo en las que el problema es especialmente acusado. En la de Santiago, frente al antiguo Hospital de San José y en las inmediaciones de la confluencia con la Calzada da Ponte, en pocos metros, en el carril descendente, hay varias tapas mal asentadas que hacen ruido cada vez que pasa sobre ellas un coche. Algunos vecinos expresan indignados su protesta, porque, dicen, si de día el ruido es molesto, por la noche llega a impedir conciliar el sueño.

Lo mismo ocurre en otras muchas calles lucenses, incluidas algunas del recinto amurallado, como han dejado de manifiesto numerosas críticas ciudadanas a lo largo de los últimos meses. El caso es que hay algún tramo viario que está tan saturado de este tipo de registros que es prácticamente imposible evitar el problema. En algunos puntos, la solución ha sido instalar una goma alrededor del aro que sujeta la tapa metálica. Es una medida que con frecuencia da resultado durante algún tiempo, pero, finalmente, vuelven a producir ruido.

Meses atrás, fuentes del gobierno local aseguraron que, cuando reciben quejas, hacen llegar a las empresas titulares de los registros la necesidad de que los reparen. El hecho es que este problema se da en un gran número de calles de la capital lucense y la solución, según indican algunos de los vecinos afectados, parece no llegar nunca.