El hostelero responsable del grupo de empresas La Palloza, Ramiro López, que concurre habitualmente al San Froilán con una caseta, fue ayer claro: «Con el precio del año pasado tendríamos una pérdida mínima de 60.000 euros». Vender una ración de pulpo a 8 euros, tal y como está el precio actualmente en el mercado, es ruinoso. Es más, posiblemente ningún hostelero hubiese pujado, ni por los calderos, ni por las casetas.
Ramiro López fue muy explícito con los números. «Ahora mismo el precio de un kilo de pulpo, del número dos, está en unos veinte euros, con el IVA incluido. Partimos de la vieja costumbre de que en Lugo nadie quiere que se le sirva la parte de la cabeza, por lo tanto hay que desecharla. Entonces nos encontramos con que lo que queda de lo que compramos por un kilo únicamente da para hacer dos raciones, como máximo. Ahora sumémosle el gasto de cinco personas que puede haber en el caldero para cocerlo y picarlo, más otras cinco para llevarlo a las mesas, a mayores de los camareros que atienden el establecimiento. Todo eso hace que un precio de 8 euros sea totalmente ruinoso», indicó el hostelero.
«Entiendo que el San Froilán es la fiesta del pulpo por excelencia y que hay que ajustar al máximo los precios, incluso por debajo del que ofrecen otros locales fijos, pero una cosa es que no sea excesivamente rentable y otra muy diferente que perdamos dinero y además mucho con unos precios que necesitaban cambiarse», dijo el industrial.